Capítulo 111

8 3 0
                                    

Evan

Tragué en seco, al escuchar sus palabras, porque definitivamente, no me lo esperaba. No tenía idea de que podía estar hablando y me puse ansioso.

-Si... claro, dime- contesté.

-No te asustes- aclaró, soltando una risa, al seguramente, haber notado mi nerviosismo- Solo quería decirte algo que... he estado pensando- siguió.

Suspiré, un poco más tranquilo, pero aún expectante, porque de todas formas, seguro era importante.

-Adelante- respondí.

-Ok...- respiró hondo, me agarró ambas manos con cariño y sonreí- No paro de pensar en lo que pasó en la biblioteca- soltó y se quedó callada, mirándome, probablemente esperando que le conteste algo.

Y... por ahí iba la charla. Creo, que me puse más nervioso, entendiendo de lo que quería hablar. Pero, al mismo tiempo, aliviado, de que estuviera pasando, mejor ahora que después.

-Tampoco yo- dije finalmente, porque era cierto.

Me costó un poco admitirlo, pero ya que me confesó que se sentía igual, se merecía también saberlo de mi parte.

Penny, sonrió emocionada y se acercó más a mí en el sofá.

-¿En serio?- asentí- Y...- empezó y pensó varios segundos como seguir. Se relamió los labios, antes de volver a hablar- ¿Piensas en algo más?- preguntó.

Suspiré otra vez, porque... ¿que no pensaba con ella?

-¿Me estás preguntando si estoy listo para que seamos más íntimos?- ni siquiera podía creer lo que había dicho, pero salió y ni siquiera me incomodé.

Ella, también se sorprendió, pero se mordió el labio inferior segundos después, asintiendo.

-Porque... yo lo estoy- aclaró.

Había algo en toda la conversación, en todo este tema, que se me hacía pesado, no necesariamente nervioso o incómodo en si. El mero pensamiento, simplemente me ponía alerta y no me dejaba disfrutar lo que tenía enfrente.

-Mira, Penny...- empecé- Quiero, de verdad y me encanta que me lo hayas comentado, pero... no quiero que lo planeemos de ante mano- expliqué, porque interpretaba, que eso era lo que estaba haciendo.

-No, no, no- negó con la cabeza- Yo tampoco quiero eso, quiero que... pase cuando tenga que pasar- concordó- Solo, quería saber si estabas cómodo con el tema, nada más.

Sonreí, para acercarme y darle otro beso en los labios, varios segundos. Me soltó las manos para ponerlas en mi nuca y no separarse. Lo hice, solo para quedarme a pocos centímetros y hablarle.

-Lo estoy- aseguré- Le empecé a agarrar el gusto a la idea- seguí.

-¿Tienes ideas?- se mordió el labio inferior, le cambió el tono de voz, era el tono de esos soniditos que le salían siempre involuntarios, pero con palabras.

-Un escritor siempre tiene ideas- le contesté y me di cuenta, que hasta mi actitud había cambiado un poco y me gustaba.

-¿Ahora sí te llamas escritor?- soltó una risa.

-Me quiero acostumbrar.

Cartas de amor a escritores 📖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora