Evan
Fred y yo tosimos, mientras Billy, seguía bañándose en perfume.
-¿Quieres dejar eso ya?- mi amigo se lo sacó de las manos y lo volvió a dejar en su mueble.
-Hey, es perfume caro- explicó él- Jamás tendré la oportunidad de compararlo.
-Si, pero, ¿por qué tanto?- pregunté, mirándome al espejo.
Nunca había ido a una fiesta como a la que sé que iremos. Solo fiestas de cumpleaños y nada más.
No sabía muy bien que ponerme, pero creo que con una simple camisa a rayas, jeans negros y con mis converse, supuse que era correcto. Mis amigos estaban igual.
Ni siquiera entendía realmente porque Billy quería ir, era en la casa de Gabe. Pero él, insistía en que eso no importaba y que había que divertirnos. Fred, estaba básicamente obligado a ir por Faith.
Y yo... yo no tenía ganas de ir, la verdad. Pero mis padres, no querían que me siguiera quedando adentro y que tenía que aprovechar. Así que, cedí.
-A las chicas les encanta el perfume de hombre, ¿lo sabías?- Billy se me acercó y levantó las cejas en el espejo- Oye, ¿cuál es el plan si uno de nosotros tiene suerte?- me preguntó.
-¿Eh?- lo miré confundido.
-Ya sabes... si alguno de nosotros consigue una chica- aclaró sonriendo- Si nos lleva a la fiesta Fred, ¿cómo haremos?- siguió.
Miré a mi otro amigo increíblemente perdido y volví a Billy.
-Si tu tienes suerte, puedes irte con la pandilla de Scooby Doo y si yo tengo suerte, tomaré el Batimóvil- le respondí.
Las chances de que nos fuéramos a la casa de alguien, era nula.
-Ay, amiguito, tienes tan poca fé en nosotros.
📖📖📖
La casa de Gabe no era muy grande, pero eso no significaba, que más se sesenta personas, estuvieran adentro.
Ya desde afuera, se escuchaba la música y cuando nos metimos a la casa, esta, me aturdió. Creo que era una canción de Dua Lipa, pero estaba fuertísima, había muchísima gente y no tanta luz.
-Vamos a buscar bebidas- nos dijo Billy y se adentró aún más en la casa.
Lo seguimos por el living, hasta llegar a la cocina. Había una isla de mármol, llena de alcohol y jugos también, con un montón de vasos rojos.
Mi amigo agarró tres y una botella de vodka. Los llenó hasta la mitad y agarró limonada para rellenarlos hasta el tope.
-Sírvanse, muchachos- dijo.
-¿No es un poco fuerte para empezar?- le pregunté.
No es que no quisiera probar un poco, pero era demasiado vodka.
-Se empieza fuerte, Evan, así es como funciona- explicó sin importancia- Para las cuatro de la mañana, estarás tomando agua.
-Si, yo no puedo tomar demasiado. Conduzco, ¿recuerdas?- habló Fred- Y que sea ilegal, será peor de explicar si nos para la policía- siguió.
-El pesimismo lo quiero afuera- agarró su vaso y lo levantó- Salud, mis amigos, por un año próspero.
Ambos imitamos su acción y chocamos los tres vasos, para luego tomar el contenido. A penas, me tocó la lengua muy poco del líquido y ya lo sentí agrio, para cuando pasó por la garganta, me quemó un poco, pero el jugo lo suavizaba.
-¡Lindo!- escuché a unos metros y vi a Faith sonriendo en un top brilloso rosa y shorts blancos. Vino hasta nosotros y abrazó a mi amigo- Hola, me alegra haberte encontrado- siguió, nos miró a mí y a Billy y nos saludó con la mano.
-Hola, linda, recién llegué- se acercó a darle un beso y Faith le agarró el cuello para que no se separe.
-Estoy a esto de besarte a ti, Evan, lo juro- me dijo mi amigo, haciendo una corta distancia con su dedos. Lo miré revoleando los ojos.
-Está feliz- le dije.
-Si, pero yo no. Si no beso a una chica hoy, voy a explotar.
Tomé un poco más de mi bebida, no estaba prestando mucha atención a lo demás, pero algo en la conversación de Faith y Fred, me descolocó.
-No lo sé, Freddy, todos creen que soy tonta o algo así. Estoy bastante cansada- dijo la chica.
Me atraganté con lo que tome y empecé a toser, dejando el vaso en la mesa. Billy me golpeó la espalda un par de veces y miré a Faith con la respiración agitada.
-¿Qué dijiste?- le pregunté.
Ella me miró confundida un segundo.
-¿Que todos creen que soy tonta?
No, no puede ser. Solamente una persona me había dicho eso.
¿Faith es Agatha?
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Cartas de amor a escritores 📖
Teen FictionEdgar Allan Poe, dijo una vez que no hay belleza sin un poco de extrañeza. Y Agatha Christie, estipuló que la cara, no es solamente una máscara de lo que verdaderamente es el corazón humano. Por esto mismo, no hace falta ver a alguien para poder ena...