Capítulo 109

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Evan

Abrí los ojos con lentitud, mirando la hora en un reloj digital, en la mesita de noche. 11:16.

Suspiré. Aún estaba algo cansado, el baile había terminado bastante tarde, nos fuimos casi dos de la mañana y, obviamente, la cosa siguió un poco más, aunque esa parte de la noche, ya estuviera completa.

Sentí segundos después, un brazo sobre mi costado, abrazándome por atrás. Me moví incómodo en el colchón, intentando zafarme, hasta que me caí de la cama. Vi que pasó lo mismo del otro lado y ambos soltando un quejido.

Nos levantamos, casi al mismo tiempo, intercambiamos una mirada para pasarla a la cama otra vez, muy molestos.

-Es tan fácil asesinarlo cuando duerme- soltó Fred enojado, mirando como Billy seguía cómodo y con los ojos cerrados, muy tranquilo.

-¿También te pateó?- le pregunté.

-Toda la santa noche- respondió.

Los dos, sin pensarlo demasiado, agarramos almohadas de la cama y empezamos a golpear a nuestro otro amigo, sin piedad.

También por eso estaba cansando, Billy era la persona más inquieta despierta, pero dormido, no era la excepción. No tuve mucho tiempo de descanso, la verdad. Mi sueño era interrumpido a cada rato por movimientos, palabras sin sentido, etc.

-¡Hey! ¡Hey! ¡Hey!- gritó, despertándose desesperado y muy confundido- ¡¿Qué?! ¿Por qué?- nos detuvimos.

-¿Por qué no puedes dormir como una persona normal?- soltó Fred.

-Ya, perdón- nuestro amigo, se sentó en la cama, suspirando- Tampoco es como me imaginé mi noche de graduación, eh- se quejó- En la cama con ustedes dos.

-¿En serio? Yo nunca lo pensé diferente- respondí con sinceridad.

Porque si, así fue la noche. Las chicas, podrían habernos dicho mil cosas, haciendo que nos hagamos la cabeza y, hacer que nuestra imaginación haga lo suyo. Pero, nosotros también tomamos cualquier cosa como una señal, aparentemente.

Penny, Ariel y Faith, decidieron casi a último momento, hacer una pijamada las tres en la casa de Penny. Todo empezó, cuando Ariel, dijo que nunca había estado en una. Y, no tardaron ni dos minutos, en organizar todo y hasta planear actividades, mientras nosotros, solo nos quedábamos ahí, sabiendo que tendríamos que hacer algo nosotros también.

Terminamos con venir a la casa de Fred, comer algunos dulces, mi amigo nos prestó pijamas, y sin más, irnos a dormir en su cama. Era bastante grade, si entrábamos los tres, pero no de lo más cómodos. Ninguno quería dormir en el piso y tampoco estábamos para ponernos a pensar en otras opciones, así que, estuvimos juntos.

-Wow... Los tres con novias, ¿pueden creerlo?- soltó Billy con una sonrisa, ya estando abajo, desayunando unos waffles con café- Llegas a decir "Penny no es mi novia" y te golpearé de verdad, Evan- aclaró. Ni siquiera había pensando en negarlo ya.

-Si... Es lindo- concordó Fred- Felices,  enamorados y...

-Y con poco tiempo- me agarraron reales ganas de llorar. Porque... todo era tan perfecto, justo como lo decían, pero ¿luego qué? Algo me decía, que después de ese baile, empezaba una cuenta regresiva.

Ambos me miraron confundidos, pero entendieron al instante a lo que me refería.

-No creas que dejaremos de ser amigos- aseguró Billy y se lo veía en los ojos como lo creía. Para él, nosotros éramos muy importantes y lo sabía muy bien- No lo vamos a permitir.

-Ya ni siquiera me voy a Yale- aclaró Fred riéndose- No tengo la más mínima idea a que universidad voy a ir, de hecho- siguió- Tengo como cuatro cartas aceptadas y, por primera vez en mi vida, ¡no me importa! ¡No tengo un plan!- sonreía- Pero, sé que es psicología y ustedes... y Faith.

-Solo... no quiero que termine- dije.

Billy soltó una risa antes de contestarme.

-Ay, Evan, vamos a estar bien, muy bien- asintió- Una... segunda parte de un libro- me guiñó un ojo.

Cartas de amor a escritores 📖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora