Cartas de amor a escritores 📖

Capítulo 66

Penny

Evan abrió la puerta de la casa de su abuelo y me hizo entrar primero, para después pasar él y cerrarla.

Cuando prendió la luz, se me iluminaron los ojos. Había libros por cada rincón de esa casa. En todos los muebles, en el piso, algunos en los costados de la escalera. Era una biblioteca hecha casa, que belleza.

-Wow- solté adentrándome más.

-Si... Wow- dijo él y me di vuelta para mirarlo bien.

Ya eran casi las siete de la tarde y lo veía cansado, había estado desde después del almuerzo en el hospital, según me habían dicho los chicos y quizás solo quería estar solo.

Y me di cuenta en ese pensamiento, que estábamos solos. Muy solos. Más solos de lo que he estado con nadie jamás, en la casa más hermosa del mundo, llena de historias.

Y lo miré aún más y completé el rompecabezas porque quise. Porque, siempre tuve las piezas, pero no quería armarlo, porque no me atrevía a ver toda la imagen.

-Evan... tengo que decirte algo- solté, respirando hondo- Y sé que este es el peor momento para esto o... quizás, es el mejor... No lo sé... Pero...- volví a suspirar, porque no sabía por donde empezar- Estoy harta de estar asustada- confesé- Me agota, me consume, así que... tengo que sacarlo- seguí.

Asintió expectante, pero nervioso, cosa que también me hizo poner un poco así también.

-Terminé con Gabe.

-¿En serio?- estaba sorprendido, casi emocionado, creo. Simplemente, le salió de la boca y me di cuenta, porque se mordió el labio inferior, justo después de que lo dijo.

-Si y estuvo mal- aclaré- Porque tendría que haberlo hecho hace mucho tiempo ya, pero... tenía miedo- expliqué- Tenía miedo, de que Poe no existiera como creía. Así que, lo lastimé a él, a ti y a mí- seguí con los ojos húmedos. Evan negó con la cabeza para tranquilizarme, pero continué- Es la verdad- aseguré- Pero Poe, es diez mil veces mejor de lo que me imaginaba, porque eres tu- me acerqué más a él- Y lo que más me aterraba, lo que menos anticipé y pasó...- sentí el corazón latiendo acelerado, no solo por lo que le iba a decir, sino por la cercanía- Es que me enamoré de ti... de Poe... de Evan, como te llames... Eres tu.

Dejé de hablar, porque ya había dicho todo y sentí que mi cuerpo se ablandó, le saqué un gran peso de encima y lo sentí irse de verdad. Tanto tiempo sin entender, tanto tiempo llevando algo encima y no tenía idea.

Evan me miraba completamente en shock por lo que le estaba diciendo. Y siento que, quizás, me precipité demasiado, pero era lo que sentía por él y no iba a morderme más la lengua.

-Penny... Dios...- suspiró apretando los ojos y volvió a abrirlos sonriéndome- La verdad, es que... tus cartas siempre lograban que me sintiera especial y... con los libros... Dios, los libros, sigues estando desquiciada por eso- solté una risa mientras lo escuchaba, estaba siendo tan tierno- En ese momento, entendí que en realidad me estabas volviendo loco a mí- siguió- No podia parar de pensar en Agatha y en las recomendaciones, en las palabras. Ya me había enamorado y ni siquiera lo sabía- confesó y sentí que mi estómago saltó de la alegría- Y... cuando supe que eras tu... en ese momento... te volviste la chica hermosa del mundo, fue como...

-Ver que todo es perfecto en el otro y no puedes creer como alguien es tan atractivo de la nada- completé y asintió- Me pasó igual.

Me sonrió aún más y yo le devolví el gesto. Hubo silencio entre los dos, jamás me imaginé que así sería la situación, cuando le dijera a un chico que me había enamorado.

Porque ahora, no sabía que hacer y así no esperé que sucediera. Y odiaba el silencio, así que, tuve que hablar.

-Desde que me besaste en tu casa, no paro de escuchar "Kiss Me".

Trató de no reírse con ternura y se acercó más a mí.

-¿Ah no?- preguntó, sacándome mechones de pelo de la cara, casi como una caricia.

-No- respondí derritiéndome- En la biblioteca, estaba a todo volumen- agregué.

Desvió la vista a mis labios y yo hice lo mismo mirando los suyos, que tanto extrañaba.

-¿Quieres escuchar de nuevo?

Asentí varias veces, con el sentimiento en todo el cuerpo y me besó en una casa con libros ¿Qué tan difícil era ponerlo en la letra?