Capítulo 93

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Penny

-¡Estás aquí...! Con Glinda- Gabe empezó emocionado y dejó la actitud atrás, viendo a Ariel entrar, pero aún sonriendo.

-No hará nada, quería conocer Esmeralda- contesté- Espero, no te moleste- seguí.

-Para nada- negó con la cabeza y me agarró de las manos- Aunque... quería que estuviéramos solos- levantó una ceja y me mordí el labio. Escuché a la sala reaccionar entre risas y "ohh".

-Ignórala- susurré.

-Lamentablemente, no puedo- se encogió de hombros.

Hubo un juego de luces, Gabe le dió un aplauso a mis manos y me quedé quieta, como si me hubiera paralizado.

-¡Elphie!- exclamó Ariel.

-¡Quieta!- Gabe levantó la mano, las luces cambiaron a solo rojas, la rubia levantó el mentón y actuó con una perfeccion que siempre envidié, como le faltaba el aire, como si la estuviera ahorcando.

-¿Qué estás haciendo?- pregunté, queriendo moverme y sin poder. Eso nunca me convenció como lo hacía, pero ya no importaba. Con la otra mano, chasqueó los dedos y me moví de golpe, respirando- ¡Suéltala! ¿Qué ocurre?

-Mira Elphaba... Necesito tus poderes- habló frío- Dámelos, haz lo que te digo y saldrá herido- siguió.

-¿Qué?- pregunté confundida y desesperada, mirando a Ariel- ¡No! ¿Por qué los quieres?

-Porque soy el rey que merece Esmeralda, no Fiyero- respondió- Y si nadie lo entiende, pues tendré que probarlo- aclaró, sonriendo con maldad. Que bien le salía, y con la luz, era aún peor- Dámelos o...- cerró la mano en un puño, y Ariel actuó aún más falta de aire.

-¡De acuerdo!- exclamé- ¿Qué tengo que hacer?- hablé triste.

Gabe abrió la mano, haciendo que Ariel volviera a como estaba segundos antes, sin soltar ese supuesto agarre.

-Necesitarás un hechizo, que te proveerá... mi secretaria- me guiñó un ojo y la Señorita Morrible entró al escenario, sosteniendo un libro.

-¿Directora?- pregunté en shock, la sala estaba igual y tuve que aguantar muchísimo, que se me escapara una sonrisa. Era definitivamente mi momento favorito de la obra.

-Oh si, mi querida- asintió- Verá, Oz es un chico muy generoso. Si hace algo por él, hará mucho más por ti- siguió.

-¡Basta! ¡Trae al mono!- gritó Gabe y soltó a Ariel, que se tiró al piso, buscando aire.

La directora volvió a salir, para traer una jaula envuelta en una sábana negra.

-Oz, pensaba en un hechizo de levitación- dijo ella.

-¿Eso es Grimmerie?- preguntó Ariel, viendo el libro, ya incorporada.

-Si, el viejo libro de hechizos y encantamientos- respondió y me lo extendió.

Lo agarré y lo abrí.

-¿Puedo tocarlo?- Ariel estiró la mano.

-¡No!- gritó Gabe otra vez, golpeándole la mano. La sala rió entre tanta tensión- ¡Has el maldito hechizo!

-Es una escritura graciosa...- solté.

-Es el lenguaje perdido de los hechizos- respondió la directora.

-No importa lo que dice o si le lees bien, tienes que desearlo- explicó Gabe y asentí algo asustada.

Cerré los ojos y hubo otro juego de luces, hasta que el escenario quedó verde. Abrí los ojos y, la Señorita Morrible, miró bajo la tela y sonrió.

-¡Un mono con alas!- exclamó.

-¿Qué?- habló Gabe sonriendo y viendo también- ¡Esto es increíble!- exclamó, acercándose a mí.

-¿Lo lastimé?- hablé desesperada y culpable.

-¡Eso no importa!- exclamó- Por esto te necesito- habló serio- Elphaba, tienes que hacer esto, es lo correcto. Lamento haberte asustado, pero es tu única oportunidad de ser libre... conmigo.

Cartas de amor a escritores 📖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora