Capítulo 82

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Evan

-"Volver al Futuro"- dijo Fred, sacando la película del estante.

-Wow, no me lo esperaba- solté sarcástico, bromeando.

Se bajó de la mini escalera y me sonrió. Le devolví el gesto, mientras ponía el cd en el equipo.

Fred tenía una habitación exclusiva para mirar películas, tenía millones. No hay plataforma de streaming, que tenga lo que tiene este chico en ese lugar. Eran estantes y estantes de cajas de películas, de todas las épocas.

Y gracias a eso, desde que somos pequeños, una vez por mes, es "noche de chicos" y esto es lo que hacemos. Cuando se sumó Billy al grupo, también obviamente, empezó a participar.

Nos íbamos turnando en elegir las películas. Yo casi siempre elegía alguna bien rara y metafórica, la última fue "El gran pez", creo que ninguno de los tres realmente entendió algo. Billy... pueden ser de acción, ya sea por explosiones o por ser subidas de tono, la última vez, tuvimos que sacarla, generalmente esas las traía él, aunque también ha elegido increíbles clásicos. Y Fred, casi siempre de ciencia ficción, muy 80s la mayoría.

Aunque, ya no lo hacíamos una vez por mes hacía tiempo. Quizás, una vez cada tres meses o cuando tenemos el suficiente tiempo.

Pensé, en que quizás, el otro año ya no sería tan seguido tampoco y suspiré mirando la habitación.

-Hey...- llamó mi atención mi amigo y puse mi vista en él- ¿Billy te mando algún mensaje o algo?- preguntó, porque, era raro que no estuviera ahí todavía.

Saqué mi teléfono y vi una notificación, de hace no mucho atrás.

Billy: Empiecen sin mí, no sé cuando voy a llegar.

Miré el teléfono con el seño fruncido y se lo mostré a Fred, que hizo la misma cara que yo.

📖📖📖

Marty McFly, intentaba ayudar a su propio padre a conquistar a su madre, convenciéndolo que la invitara al baile. Porque, si no lo hacía, él mismo no nacería, y eso si, que es una gran paradoja temporal.

-Hola amiguis. Lamento la tardanza- escuchamos a Billy entrar a la sala, solamente estaba la luz de la tele y aún quedaban varias palomitas- Uh... "Volver al Futuro", cierto que le tocaba a Fred- se sentó entre nosotros dos y agarró un puñado de palomitas del bowl que tenía yo en el regazo.

Intercambiamos una mirada con mi otro amigo y lo vimos bien. Tenía los ojos vidriosos y notábamos que moqueaba un poco cuando respiraba.

-¿Está todo bien?- pregunté.

-¿Qué?- respondió rápido, soltando una risa- Claro que si. Dios, tengo hambre- cambió de tema y agarró otro puñado.

Volvió su vista a la película, acomodándose el pelo con un nerviosismo, que de nuevo, Fred y yo notamos. Él pausó la película y ambos lo miramos bien a Billy otra vez.

Él aún tenía la vista en la pantalla, y su sonrisa, empezó a desaparecer de a poco.

-Amigo...- empezó Fred- ¿Qué pasó?

Una lágrima cayó por su mejilla y se relamió los labios, tragando con dificultad. Por Dios, que raro era ver a Billy así... roto. Él jamás estaba roto, él siempre estaba riéndose y con la cabeza en alto.

Respiró, casi temblando antes de hablar.

-Mi papá no quiere ir al musical- empezó- Y... no es como que eso me sorprendiera... Digo... Sé que... odia el arte, o a mí. No lo sé ya- se le cayeron más lágrimas- Creí que teniendo el protagónico, lo... convencería de que no soy un idiota, de que soy bueno en esto- confesó.

-Eres bueno en eso. Protagónico o no- le aseguré.

-Y lo importante, es que lo creas tu, no tu papá o nadie más- agregó Fred.

-Ya lo sé- contestó, secándose la cara- Sé que no debería importarme y no lo hará el año que viene, si consigo entrar a AMDA con beca completa- siguió- Porque si no entro así, no puedo pagarla, sé que él no lo hará.

-¿Cuándo te llega la respuesta?- le pregunté.

-El día del estreno- contestó, cerrando los ojos- Si ese día no me muero, soy inmortal, lo juro.

-Pase lo que pase, lo resolverás- dijo mi otro amigo- ¿Y sabes qué? Si no puedes pagar la universidad, lo haré yo- aseguró y Billy (y yo también) lo miró en shock- No me interesa. Mereces hacer lo que quieres, no solo porque te hará feliz, sino porque eres increíble. Tienes pasión y eso es lo único que importa.

-Y nosotros siempre te apoyaremos- agregué.

-Vengan aquí- nos rodeó con el brazo a los dos y nos acercó hacia él en un abrazo- Los quiero mucho, idiotas- habló con esa voz aún en un nudo en la garganta, pero contento también- Mierda, esto es más una noche de chicas, que de chicos.

Cartas de amor a escritores 📖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora