Capítulos 12 - El Plan

46 6 4
                                    

—¡Vamonos! —dije, levantándome del asiento. No pensaba ser testigo de una escena como esta.

—No has respondido a mi pregunta, Felipe.

—¿Y qué carajos importa? Quiero largarme de aquí, eso es todo. Jugando con su cuchara, Álvaro contuvo una sonrisa.

—Pues tu actitud ya me ha dado una respuesta.

—No voy a prestarme a tu jueguito. No soy un infante.

—Pero te comportas como uno —declaró, fijando sus ojos en los míos—. Mírate, estás haciendo un berrinche por simplemente ver a tu ex almorzar con otro. ¿En verdad creíste que te iba a llorar eternamente? Es un ser humano, siente y desea.

Volví a mirarlos, ella parecía muy concentrada con lo que él le contaba, tenía toda la atención puesta en él, que ni siquiera vio que yo estaba a solo unos metros de su mesa.

—Pues que haga lo que le dé la gana —dije, tomando el documento en mis manos, y saliendo sin haber probado un solo bocado de mi comida.

—————————

POV Letizia

—¿En verdad lo hiciste? —le pregunté, al mirar las fotos que me enseñó en su celular.

—Por supuesto, no es ninguna edición. Siempre has sabido que me gusta la adrenalina.

—Pues eso lo recuerdo bien —contesté, devolviéndole el celular—. Me alegra que en parte te hayas divertido. Algún día estaré encantada de ir a la nieve.

—Entonces hagámoslo. Lo miré perpleja, sorprendiéndome ante su invitación.

—Estás bromeando.

—Hablo muy en serio. Te invito toda una semana a ti y a Leonor.

—Bueno, te lo agradezco, pero me temo que tendré que rechazarla. Josh cambió su expresión a la de confusión.

—Recuerda que estoy preparando un proyecto para la empresa Borbón y Grecia y Leonor está en plenas clases.

—Oh, es cierto. Lo había olvidado.

—No te preocupes —le sonreí, colocando una de mis manos en su hombro—. Ya habrá tiempo. A mi hija le dará tanto gusto ir a la nieve.

—Leonor —dijo con nostalgia—. Ha crecido tanto, recuerdo cuando aún ni nacía. Fue cuando nos conocimos, ¿lo recuerdas?

—¿Recordarlo? Si prácticamente me regañaste.

—En mi defensa no estaba enterado de que tan grave era tu enfermedad —dijo, posando su mano sobre la mía—. Pasaste, por tanto, Leti. No solo te enfrentaste a la familia de tu difunto esposo, superaste una enfermedad, criaste a tu hija, y te volviste tan fuerte como un roble. Cuando venías al hospital, mi admiración por ti iba creciendo cada día. Soy dichoso de haberte conocido.

AHORA ESTOY DIVORCIADA (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora