Capítulo 38 - Conocer al terror

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Luego de llevar a Sonsoles a su departamento, me dirigí a mi casa. Habíamos tenido una corta, pero necesaria charla. Ella es tan madura en muchas cosas, pero cuando se trataba del pasado, sus emociones le ganaban. Tuve que explicarle que a mí me ocurrió lo mismo al beber esa bebida, pero afortunadamente no llegó a más.

Alvaro no tenía motivos para mentir, se notaba en él a un hombre confiable. Ojalá Sonsoles confiara un poco más, cree que todos los hombres siempre buscarán solo tener sex0. Y que, por su antiguo trabajo, muchos la rechazarán. Cuando ella es más valiosa de lo que cree. Llegué a casa con el arreglo floral en mis manos, toqué la puerta y ahí estaba Camilo; quien por lo visto estaba terminando de preparar la cena.

—Wow, ¿y eso? —señaló con la cuchara en su mano.

—Parece que es un regalo de felicitación por el éxito de la presentación.

—Están hermosas, quien las haya enviado, tiene un gusto refinado y bello —comentó Camilo, tomando el arreglo para llevárselo consigo.

—Lo dejaré en tu despacho y luego bajaré para servir la cena.

—Oh gracias, pero no te preocupes. Yo serviré la cena. ¿Y dónde está mi...?

Cuando iba a preguntar por la luz de mis ojos, ella bajó corriendo por las escaleras.

—¡Mami! ¡Llegó mi mami! Mi adorable niña, corrió a abrazarme la cintura, pegando su cabeza en mi torso. Colocándome en cuclillas, le di un beso en ambas mejillas, y restregué la punta de su nariz a la mía, era un pequeño juego que solíamos tener.

—¿Cómo te portaste, cariño?

—Muy bien, mami. Hoy la maestra me felicitó.

—¿Ah sí? Pues dame esos cinco —le dije, estirando la palma de mi mano, a lo que ella respondió con una palmada.

—Pero la maestra quiere hablar contigo. Dijo que era algo de adultos.

—Eso es verdad —añadió Camilo, regresando a nosotras—. Al recoger a Leonor, la maestra me comunicó dos cosas, una era que quería hablar contigo, se trata de un ensayo que están haciendo los pequeños, al parecer ocurre algo con esa presentación.

—En ese caso tendré que pedir un permiso en mi trabajo, pero estaré allí, y ¿cuál es el otro tema?

—Bueno... La escuela hará algunos arreglos en el patio de la escuela, habrá muchos materiales y cosas peligrosas. Por lo tanto, se han suspendido las clases por dos días.

—¡No iré a clases mami! —repitió Leonor.

—¿Dos días?

—Sí, y sabes que yo no tengo ningún problema en quedarme con Leonor, pero el asunto es que yo te había comentado del tipo con el que me separé. Al parecer quiere verme y es mañana.

—Oh Camilo, pero yo no puedo pedir un permiso sin anticipación.

—Lo sé, pero tú sabes lo necesario que es que yo vaya a ese encuentro.

Bajé la mirada a Leonor, ella sonreía, mostrando sus dientecitos.

—¿Quieres acompañar a mamá al trabajo? La dulce mirada de mi niña se llenó de ilusión y asintió con anhelo.

—Adoro pasar tiempo con mi mami —respondió, abrazándose a mí.

Supuse que no habría ningún problema, Leonor es una niña muy inteligente, razón que no me llevó a temer que se escapara de mi oficina y se perdiera en alguna parte, mas luego recordé lo ocurrido en el acuario. Sin importar que ella fuera muy inteligente, debía mantener los ojos bien abiertos. Suele ser fácil que los niñ0s se admiren con otras cosas.

AHORA ESTOY DIVORCIADA (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora