Después de que Álvaro nos diera la probable solución, Letizia se mostraba llena de esperanzas. Yo trataba de hacer lo mismo, pero es difícil. Muchas dudas surgían en mi mente, y parecía que no hallaría respuesta.
Sí, ambos son hermanos y cabe la posibilidad de que puedan ser compatibles para la donación, pero ¿y si no ocurría? ¿Si el médico indicaba que no se adapta? Es más, el hecho de una donación de médula ósea significa su salvación, había que esperar a que su cuerpo lo acepte, de lo contrario...
—Mi Leti... —dije dentro de mí, cuando ella me miró con grandes esperanzas. Debo ser fuerte, no puedo mostrar mi debilidad en estos momentos, ella merece solo tener seguridad de mi parte.
—¿Oíste eso, Felipe? Las cosas tendrán solución —me dijo, abrazándome con fuerzas.
Ella no lo sabía, pero ese abrazo significó mucho para mí. Cerré mis ojos, e inhalé su aroma a gardenias.
—Una Ortiz y un Borbón si pueden estar juntos —me susurró, antes de que mis ojos se volvieran cristalinos. Álvaro los notó, y él agachó la mirada, ocultando los suyos con sus manos.
Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, más tengo miedo, un terrible miedo, y solo pienso: ¿Por qué? ¿Por qué a nosotros? ¿Acaso no fue suficiente con todo lo que hemos pasado? Nada tiene sentido. Letizia quiso que todo siguiera normal. Para ella el trabajo era una cuestión aparte de la vida personal.
"La vida fuera de estos muros, no debe influir lo que ocurra aquí" Esas habían sido sus palabras cuando ella llegó a tomar este cargo en la empresa Borbón y Grecia. Y así fue, todo continuó con normalidad, pero mi cabeza no daba para más, ¿cómo se puede estar bien cuando te enteras que el amor de tu vida...? ¡Es que ni siquiera puedo imaginarlo! ¡No es justo! ¡No es justo!
...
Pero finalmente, la noticia se difundió entre nuestras personas de confianza. Yo hasta ese momento me había tratado de mantener sereno, como el hombre que debe ser el respaldo y seguridad de su futura esposa. Sin embargo, hubo quien era transparente con sus emociones, y no soportó saberlo, por lo que cayó a los pies de Letizia.
—No me digas eso... No me digas eso. Mi reina, tu no...
—Camilo... —Letizia se arrodilló a tomar las mejillas mojadas de su amigo, las limpió con sus pulgares y le sonrió—. Tranquilo, esta vez no tengo miedo. Hay más posibilidades de salvarme, ya verás cómo logro salir de esto.
Camilo asintió, pero la abrazó con fuerza.
—Por favor, júrame que vas a sanarte, y que esto solo será el recuerdo de una pesadilla.
—Lo será, amigo mío. Te lo prometo.
...
Lamentablemente, las esperanzas desaparecieron, cuando él médico nos dio la respuesta que tanto temíamos.
—Lo lamento, pero no es compatible.
Aquel día, todos sentimos que perdimos algo, pero algo más pasó con Letizia, quien no lloró, ella solo suspiró, mirando sus pies con resignación. Dio la vuelta, encontrándonos a todos los que la queríamos. Álvaro abrazaba a Sonsoles, Camilo lloraba desconsolado, y yo la miré con las inmensas ganas de soltar mis sentimientos como los de Camilo. Al ver que su mejor amigo no dejaba de sollozar, Letizia se acercó a él; este buscó su abrazo con desesperación, mientras que ella acariciaba su cabellera.
—Eres el mejor amigo que he tenido, has estado cuando más lo he necesitado, y ya seca esas lágrimas, ¿crees que me conformaré con un solo resultado? Hay muchos médicos y tengo que oír todas las opiniones posibles.
ESTÁS LEYENDO
AHORA ESTOY DIVORCIADA (Adaptación)
RomanceBueno! Aqui voy con mi primera adaptación. Con amor para todos ustedes <3