Capítulo 25 - Decepción

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POV Felipe

—¿Y decías amarme? —respondí, volviendo a ponerme en la salida—. Resultaste ser una excelente actriz, ¿qué hay de todas esas veces que me profesabas tu amor? Cuando te desvanecías en mis brazos o tu cuerpo se estremecía con solo tocarlo, ¿has olvidado eso? Dudo mucho que ese sujeto haya logrado borrarme.

—Pues lo mismo digo. Que fácil fue engañar a la antigua Letizia, aquella que saltó de felicidad cuando dijiste que la amabas, la que se conformaba con tener algo de tu atención, pobre muchacha ingenua que te creyó esas palabras vacías, ¿pero sabes? No te guardo rencor, porque eso significaría guardar sentimientos por ti, y en mi vida no hay espacio para eso. Letizia me recordó aquellos últimos meses de nuestro matrimonio, cuando después de haberla besado, le dije que la amaba. Nunca creí que esas palabras se volvieran contra mí. Me aparté de la puerta, y le dejé el camino libre.

—He pedido que se revisen las demás cámaras de seguridad, vas a tener al culpable que trató de sabotear tu presentación.

—Gracias, pero no necesito tu ayuda, de cualquier modo, ya tengo a mi sospechosa, aunque claro, para ti ella es una inofensiva paloma.

—La responsabilidad caerá en quien tenga que caer —respondí, retirándome sin esperar una respuesta.

.....

Regresé a mi oficina, apoyando mis manos en el escritorio, para solo poder cerrar los ojos con una rabia que iba creciendo en mi cuerpo.

—Es de él... Tuvo una hija de él.

—¿Señor Borbón?

—¡FUERA! —grité, espantando a mi secretaria—. Mierda... ¡Mierda! ¿Por qué no dejo de sentirme como una basura? Pensé qué si ella me decía quién era el padre de su hija, estaría tranquilo, pero no... Ahora estoy peor que cuando vi a la niña.

"Él borró todos tus recuerdos" Esa maldita palabra se repetía una y otra vez haciendo eco en mi cabeza.

Caí rendido en mi asiento, mirando el techo que estaba sobre mi cabeza, hasta llegar al punto donde todo me dio vueltas.

—Claro, cuando Isabel fingió perder al bebé, Letizia ya estaba embarazada. Eso explica que usara ropas anchas y colgadas, trataba de ocultarlo, y yo... —me detuve al tener un fugaz pensamiento—. Yo hice eso... —dije con sorpresa, recordando cuando la llamé asesina y la culpé de la supuesta pérdida de mi hijo. Letizia tenía la mirada enrojecida, estaba algo pálida y los labios sin color. En aquel entonces su cuerpo se veía más frágil, aunque tratara de ocultarlo, algo ocurría con ella, pero me dejé llevar por un profundo sentimiento de odio.

—Me dejé llevar por un hijo que nunca existió.


Ya era tarde para razonar sobre mi comportamiento, nada iba a sustituir lo que hice.

—Nuestro destino fue solo conocernos, Leti. Conocernos para luego odiarnos. Que los buenos momentos queden en el recuerdo de lo que jamás volverá.

*Flashback*

Llegamos a los dos años de matrimonio, y me atrevía a afirmar que éramos como todas las parejas casadas. El cambio de cómo inició nuestra relación a la actual, fue abismal. Seguíamos durmiendo en habitaciones separadas, pero eso no era impedimento para desvelarnos viendo alguna película o haciendo cualquier otra actividad que ya para ambos era costumbre. En realidad, su cercanía se sentía bien. Nadie me había dado tanta atención como ella. Incluso me arrancaba sonrisas inesperadas en mis días más estresantes. Toda ella era una mujer de sorpresas.

Sin embargo, había oído rumores de que Isabel volvería para terminar sus estudios aquí. Desde que ella me encaró, no la había vuelto a ver, ¿qué sucedería cuando estuviera frente a mí? Todo era muy confuso, pues había algo más... Algo que sentía cuando Letizia estaba conmigo. No era lujuria, ni el deseo por el sex0, solo ocurría cuando ella reía. Calma, así lo describía, algo que jamás había sentido con nadie.

AHORA ESTOY DIVORCIADA (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora