Capítulo 24 - ¿El borro tus recuerdos?

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Hablar del tema del padre de Leonor, no es algo de lo que quisiera preocuparme, pero con lo que acababa de suceder, sentía que los problemas no me dejarían en paz, pero aquí estaba yo para enfrentarlos.

—No quiero adelantarme a hechos, mi hija es muy feliz tal y como está, y será mejor cerrar el tema. Sonsoles asintió, apretando los labios.

—De acuerdo, respeto tu decisión, tal vez sea muy pronto, pues apenas han pasado unas semanas desde que has entrado a la empresa.

—Semanas que solo me han confirmado que Felipe no es un buen ejemplo. Mira, no soy perfecta, pero desde que he sabido que Leo venía en camino y con lo de esa espantosa enfermedad, me esforcé el triple, porque también tenía la universidad de por medio. Sin contar que estuve a punto de perder a mi niña, ¿y gracias a quién? A su padre. En cambio, él ha seguido en la misma situación desde que me fui, es como si el tiempo para él se hubiera congelado. Años atrás, él tenía tantas ambiciones, me platicaba de los proyectos a futuro y que haría de Borbón y Grecia más que solo una marca, sería un estilo de vida.

—Pues ya sabemos cuál fue su estancamiento.

—Como haya sido —dije, acomodando mis documentos en el escritorio—. No tengo tiempo para estar entrometiéndome en su vida, que construya una nueva y sea feliz.

—¿Lo dices en serio?

—Absolutamente, y cambiando el tema, será mejor que prepares el maniquí que te pedí. Los minutos están pasando muy rápido, solo quedan treinta minutos para la presentación. Hasta que bajes y lo subas con las muchachas se hará tarde. Además, el supuesto laxante ni efecto hizo.

Sonsoles cayó en cuenta que todo había sido solo una broma de Carter.

—Ese tonto... —murmuró, apretando el puño.

—No lo llames así, él es de los más eficientes aquí.

—Bien —levantó las manos—. Supongo que no puedo vengarme por algo que no sucedió, después de todo, las donas estaban deliciosas.

—¿Lo ves?

—Bueno, te veo en unos minutos. Verificaré que el modelo no tenga fallas.

—Confío en tí. Sonsoles se marchó, y ya estando sola, me encargué de revisar el material que usaría en mi presentación.

—Sí, todo está en orden. Al menos está vez podré estar segura que no aparecerá una foto mía desnuda.

...

En la sala de juntas, cada accionista como inversionista esperaba paciente a la presentación del avance en mi modelo, incluso me llevé la sorpresa de ver al señor Fernando presente. El abuelo de Felipe fue muy cortés en el saludo, besando mis nudillos y deseándome suerte. La mesa estuvo completa, cuando Felipe fue el último en presentarse.

AHORA ESTOY DIVORCIADA (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora