Bajo las yemas de mis dedos, resbala su piel dura, pero lisa. Nuestros cuerpos se dan el placer que el uno del otro merece. Sus besos son como el fuego que me quema, donde sus labios hacen presión en mi cuerpo, me siento desfallecer. Estoy inundada de la sensación más exquisita que exista en el mundo. Lo amo, él me ama y eso es lo único que importa.
—Ah... —mi boca emite un gemido, al mismo tiempo que mi cuello se estira, por lo que mi esposo deja de succionar mis pechos para ahora hacerlo con mi cuello—. Dios... No puedo... Ah... Que bien se siente...
—Todo tuyo, amor mío —contesta, empujando dentro de mí—. Todo tuyo...
Lo abrazo y él sigue con ese movimiento sensual, puedo sentir como mis caderas reciben todos sus impulsos, momento que él lleva mi pierna llena de marcas hechas por los labios de mi esposo, sobre su hombro.
—Ya estoy ansioso para que nazcan los gemelos, quiero ver a nuestros hijos
—Nunca creí tener gemelos, no es propio de mi familia —confesé.
—Démosle las gracias a la cabaña, que solo cuando hemos ido, has salido con nuestros bebés en tus entrañas.
—Probablemente tenga alguna clase de encanto.
—Pues entonces, iremos más seguido.
—¿Cómo dices?
—Esposa mía —tomó mi barbilla—. Tenemos una casa enorme y muchos años de sobra. Quiero ver tantos hijos como pueda ser posible.
—Pero...
—¿O es qué no te gusta la idea? —me pregunta, dándome una fuerte embestida que casi me hace desmayar.
—¿Más hijos? La idea ya no suena tan mala, de hecho, es excitante.
—Entonces, hagámoslo —le digo, aferrándose a sus hombros—. Quiero tener más de tus hijos. ¡Quiero todo de ti! —grito, al instante que él vuelve a mi boca, mientras se derrama en mí. Agotados, despegamos nuestros labios, él sigue enterrado en mí, me mira sonriente y besa mi barbilla.
—Eres tan hermosa... Tan bella para ser real. Mi esposa, mi mujer, mi único y verdadero amor.
...
Durante todo el embarazo, Felipe ha estado más que atento. Es quien lleva marcado en su agenda mis controles de embarazo, sabe que vitaminas debo tomar, recuerda mis antojos más comunes. Su memoria parece ser excelente, además, los médicos no han detectado mayores anomalías por el momento. Por supuesto, no es como si pudiera tener la memoria de un elefante, pero recuerda lo necesario y hasta algunas cosas más que yo.
Con el pasar de los meses, mi vientre va creciendo y me es difícil hacer algunas actividades, por ejemplo, me cuesta al tratar de bañarme y depilarme las piernas, pero mi esposo es muy gentil en hacerlo. Yo solo me siento y él hace el resto. Claro, que él siempre saca provecho de esto para besar mi vientre. Creo que adora verme llevando a sus bebés dentro de mí, por lo que pienso que después de tener a nuestros hijos, él querrá volver a tener otro.
Incluso no deja de practicar. Ama mi cuerpo, le gusta cómo me veo con o sin bebés. Devora con sus labios mis pies hasta mi cabeza. Hacemos el amor con una frecuencia increíble, estoy loca por él.
— Felipe ... —lo llamó, moviendo su mano que está descansando sobre mi enorme vientre.
Habíamos hecho el amor hace solo unos minutos, aún estábamos desnudos, pero de repente sentí que el momento había llegado. Las contracciones comenzaron y cuando mi marido me escuchó sollozar, se levantó como una bala de la cama.
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AHORA ESTOY DIVORCIADA (Adaptación)
RomantikBueno! Aqui voy con mi primera adaptación. Con amor para todos ustedes <3