AHORA ESTOY DIVORCIADA (Adaptación)

Capítulo 69 - En mi corazón

—¡Al menos dame el derecho a fingir que no pasó! —exclamé, lanzándole la almohada.

—Ey... No eres la única desconcertada, pero no podemos tapar el sol con un dedo. Anoche...

—¡No lo digas! —me cubrí los oídos.

—Mientras más rápido lo asumamos, será mejor —añadió, poniéndose de pie, olvidando por completo su desnudez. Por los que mis ojos casi se salieron de mi rostro y mi mandíbula cayó por la gravedad.

¡Santo cielo! ¿Esa cosa era real? Nunca había visto uno de esas dimensiones. Entonces, él me descubrió mirando su entrepierna, y ante mi vergüenza, le tiré la otra almohada.

—Estúpido, cúbrete.

—¡Auch! —se quejó—. Mi ropa está del otro lado de la cama, ¿cómo quieres que me cubra?

—Ay, no puede ser —me llevé las manos a la cabeza—. Esto no me puede estar pasando a mí—. ¿Cómo fue que llegamos a esto? Si solo estábamos comiendo... ¡Los bocadillos!

Alvaro parpadeó sin comprender, pero casi al instante lo descubrió

—Estaban adulterados —murmuró.

—¿Y tú lo sabías? ¡Me drogaste para acostarte conmigo! —grité indignada, arrojándole algo más fuerte que solo almohadas.

—¡Ya basta! —se salvó de que mis tacones le dieran en la cabeza—. Si yo los hubiera adulterado, no los habría comido.

—¿Entonces cómo llegaron esas cosas a tus manos? —lo amenacé tomando su zapato que estaba al pie de la cama.

—Oye, baja eso. Ni yo me lo explico. Felipe los iba a tirar a la basura, pero decidió obsequiármelo.

—¡FELIPE! —dije su nombre, soltando el zapato—. Debí suponer que ese tarado hizo esto. ¡Claro! Seguro quería aprovecharse de Letizia. ¡Pero lo voy a matar! Me levanté de la cama, ignorando el hecho de que yo también estaba desnuda, solo me había dejado llevar por la furia que tenía con el ex esposo de mi amiga.

—¡Espera! ¡Espera! —logrando alcanzarme, Álvaro me apretó de la cintura a su abdomen, evitando que yo siguiera—. No creo que él haya sido capaz de...

—¿A-aún estás desnudo? —pregunté, al sentir algo duro presionar en mis glúteos. Nuestros cuerpos estaban tocándose, por lo que cuando Álvaro me soltó, me di la vuelta, y ambos nos observamos, empezando a recordar los sucesos que compartimos en la cama.

Palabras, gemidos, declaraciones, besos y sexo descontrolado. Vi los ojos de Álvaro recorrer mi cuerpo, al mismo tiempo que cierta parte de su cuerpo que solo me había hecho gozar, se ponía rígida y dura.

—¡Ya vete a duchar y vete! Después averiguaremos quien adulteró esas cosas, pero ni se te ocurra contarle esto a alguien.

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POV Letizia

Después de mirar la hora en mi despertador, comprobé que aún era muy temprano, por lo que después de colocarme la bata bajé a la cocina, con la intención de preparar algunas cosas para el desayuno.

Sin embargo, a quien me encontré fue al abuelo de Felipe; el señor Fernando se hallaba parado justo frente a la ventana, mirando el amanecer, y con sus dedos tocando el frágil cristal que lo separaba de la calle.

—Buenos días, Señor Fernando —lo saludé.

—Oh Letizia —se sorprendió, pero de inmediato sonrío—. No sabía que estabas ahí.

—En realidad acabo de bajar, cómo ve aún es muy temprano, así que pensé en dejar que Camilo no se encargará de todo el trabajo en la casa, es una persona que me ayuda mucho y creo que esta vez puedo sorprenderlo con el desayuno.