Capítulo 28 - Deja el pasado

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No imaginaba que esto sucediera, y por las expresiones de los demás, tampoco ellos, pero era momento de hallar soluciones, no de dejar que el pánico tome lugar. En todo este tiempo de mi vida, he aprendido que el miedo como los problemas son normales, pero que debo enfrentarlos. Sé que no será sencillo, pero no voy a abandonar mi trabajo.

—¿En verdad estás segura de tu lo que vas a hacer? —me preguntó Felipe, a lo que yo asentí.

—¿Acaso alguna vez he dudado en mis decisiones? —le contesté, por lo que él comprendió mi seriedad en tomar este asunto con mis manos.

—Siendo ese el caso, podemos seguir con el proyecto que se tiene en mente, aunque claro, es ahora nuestra diseñadora quien tendrá la libre potestad de tomar las decisiones. Es quien más poder tendrá de todos nosotros —añadió uno

—Por supuesto que no, eso no cambiará las cosas, el trabajo seguirá realizándose en conjunto, por lo que espero que la colaboración sea la misma —respondí, dejando clara mi posición.

—Estoy gratamente sorprendido por tu ofrecimiento, Letizia, pero... ¿Sabes el monto del presupuesto que se necesita?

—Lo sé, por eso me he ofrecido a comprarlas y dar lo restante que se necesita.

—Comprendo, siendo así, no tengo objeción, le pediré a mi secretaria que prepare el contrato para que lo firmes en mi oficina.

—De acuerdo, yo llamaré a mi agente para que haga el traslado.

La junta se dio por finalizada, al final se había llegado a una solución inesperada, pero al fin y al cabo sería la calma para los problemas en la empresa. Pretendía regresar a mi oficina, ya todos se habían ido, más al llegar al ascensor, Alavaro me detuvo.

—No te imaginas lo que acabas de hacer por la empresa y todas las personas que trabajan aquí, nos has dado la salida a lo que ninguno veía solución.

—Solo he hecho mi trabajo, cuando los problemas se avecinan, es momento de actuar, no de huir. Estaba por despedirme, más él me interrumpió.

—Espera, olvidé que tenía que entregártelo —sacando una bolsa de dulces, lo dejó en mis manos—. Ahora que serás una de las accionistas con mayor poder en Borbón y Grecia, tendrás que trabajar en conjunto con Felipe, vas a necesitar los dulces más de lo que pensaba.

—Bueno, no me dejaré provocar, pero gracias por el regalo, y por cierto ¿ocurrió algo con Sonsoles?

—Emm —él se llevó los dedos a la barbilla—. Es algo complicado, pero creo que tu amiga y yo nunca nos llevaremos bien.

—Dale algo de tiempo, no suele confiar en los hombres.

—¿Y que podría hacer para que cambie esa opinión de mí? Solo pretendo llevarme bien con todos.

—Por el momento, no insistir —le aconsejé—. Las cosas se darán por sí solas. Nunca es bueno forzar algo.

————————

POV Felipe

¿Esto era real, o solo era una alucinación mía?

—Me mandó a llamar señor —preguntó mi secretaria al entrar a mi oficina, después de que yo había pedido su presencia.

—Así es, necesito que en este momento prepare el contrato del que se habló en la junta.

—Por supuesto, señor. ¿Alguna otra cosa más?

—No, eso es todo, puedes retirarte.


En qué momento, ¿en qué instante dejó de ser esa risueña joven, para convertirse en la mujer decidida que es ahora? Para ella las cosas hubieran resultado fáciles, hubiera aprovechado el momento para renunciar y pedir su liquidación, era su oportunidad para hundirme, pero no lo hizo. No tomó el momento para destruirme, al contrario, pensó como negociante, jamás había conocido esa faceta suya. O tal vez era verdad, después de todo, odiar es un sentimiento, y ella dijo no sentir absolutamente nada por mí.

AHORA ESTOY DIVORCIADA (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora