No lo entiendo, no comprendo —decía Letizia angustiada, con el cuerpo totalmente tembloroso—. Ella ni siquiera es alérgica a los chocolates, le encantan. Si esto lleva a mayores consecuencias, me muero... Me muero por mi hija. Después de mucho tiempo, vi a Letizia mostrar temor, traía las manos sobre sus rodillas, su mirada no dejaba mostrarse perdida. Quise estirar mi mano para hacerle entender que comprendía ese miedo, porque dentro de mí, sentía fuertes punzadas que picaban a mi corazón.
Pero tuve que retroceder, cuando el médico salió con el informe de Leonor.
—¿Ustedes son los padres de la niña? —preguntó.
—¿Cómo está mi hija? —se apresuró en preguntar Letizia—. ¿Lograron saber que tienen esos chocolates? ¿Es veneno?
—El informe de laboratorio me indica que es un tipo de droga que provoca la somnolencia y posterior desmayo.
—Oh Dios... —Letizia cubrió sus labios, mostrando una mirada angustiada—. Mi pequeña... No debí permitirle que los comiera, es mi culpa, ¿cómo pude descuidarme?
—La niña estará bien, señora. Solo consumió una mínima cantidad, y la rapidez con que la trajo, permitió que se actuara a tiempo.
—¿Y cómo está ella ahora? —necesitaba saber, pero al menos una parte mía se relajó al oír que ella se recuperaría.
—Ahora duerme.
—Siempre tengo cuidado de las cosas externas, que mi pequeña esté bien, ¿cómo no me percaté que esos chocolates tenían algo?
—Usted no probó alguno, señora.
—No, yo estaba revisando cosas de mi trabajo. Mi hija estaba dibujando a un lado, y como es una niña, se le antojaron los chocolates. Permití que comiera dos, y cuando me di cuenta no tenía equilibrio y se desmayó... La angustia se apoderó de mí. Ella lo es todo en mi vida. Por ella soy capaz de cualquier cosa, pero de inmediato supe que los chocolates fueron los causantes, así que los traje.
—Hizo bien en hacerlo, señora. Eso ha permitido saber el causante del desmayo de su hija, pero ya no se angustien. La hija de ustedes va a recuperarse pronto, y la tendrán en sus brazos.
—¿Letizia? —alguien la llamó, y de inmediato reconocí al dueño de esa voz, descubriendo que aquel imbécil que la besó, era doctor.
—Raul —dijo ella, abrazando al estúpido ese.
—¿Qué pasó? Estás temblando.
—Mi niña... —le sollozó—. Le hicieron daño a mi pequeña.
Él la miró con ojos de incredulidad, sujetando sus hombros para asegurarse de haber escuchado bien.
—¿Qué le pasó a Leonor? ¡Habla, Letizia!
—Comió unos chocolates adulterados, acaban de estabilizarla, pero... Tuve miedo, mucho miedo —repitió volviendo a abrazar al sujeto, quien le correspondió.
Mis ojos y los de él se cruzaron. Fui testigo de cómo ella prefería los brazos de él, por supuesto, se sentía segura, él le daba calma. Todo lo contrario, a lo que yo le daba. No pude hacer nada, estaba en un hospital, debía controlar mi sangre hirviendo.
—Creí que usted era el padre —dijo el médico que atendió a Leonor.
—No, ella es la madre, pero yo no soy el padre de la niña. Solo soy... Bueno, ya no tiene caso decirlo. Lo importante es que la pequeña va a estar bien.
—Bueno, debo continuar.
Estuve de pie a un lado, hasta que ellos dos se separaron, creí que todo terminaría allí, más él idiota uso la táctica de ser todo un caballero, limpiando las mejillas de Letizia Mi rostro se endureció por completo, al igual que mi puño que parecía tener vida propia, para lanzarse al doctorcito ese. Maldito idiota, parece disfrutar tocarla, aprovecha que yo no puedo hacerlo, sabe que en estos momentos no puedo soltar todo lo que siento.
![](https://img.wattpad.com/cover/379522302-288-k263626.jpg)
ESTÁS LEYENDO
AHORA ESTOY DIVORCIADA (Adaptación)
RomansaBueno! Aqui voy con mi primera adaptación. Con amor para todos ustedes <3