¡Ay! —desperté ante el ardor en mi cabeza.
—Tranquila, ya estoy terminando, solo déjame poner esto. La enfermera que estaba ante mí, cubrió mi herida y al terminar procedió a guardar sus instrumentos y desechar las gasas teñidas de sangre.
—¿Qué me pasó? —pregunté estando ya sentada.
—Te diste un golpe muy fuerte, te he puesto tres puntos para cerrar el corte.
Al apartarse de mí, vi mi reflejo en el vidrio del armario.
—Oh, sí. Ya lo recuerdo —afirmé, tocando ligeramente el parche en mi frente.
—Mejor no se lo toque, tal vez el corte no sea tan profundo, pero el golpe fue fuerte, la sangre no dejaba de brotar y su esposo estaba aterrado, casi se pelea con el personal para que usted reciba atención.
—¿Mi esposo? No estoy casada.
—Oh, perdone —sonrió—. Como vi al señor traerla en brazos, creí que era algo de usted.
—¿Qué señor? No comprendo. La puerta se abrió ligeramente, dejando ver a Felipe.
—Adelante, señor. Ya terminamos, y ella se ha despertado. Los dejaré a solas, el médico vendrá en un momento.
La enfermera salió, y Felipe se paró delante de mí. Al levantar la mirada, descubrí su camisa con rastros de sangre.
—¿Cómo te sientes? —me pregunta, colocándose en cuclillas, para estar a mi altura—. Álvaro me avisó, nos diste un gran susto cuando la sangre brotó y no se detenía con nada. Todos están afuera, esperan verte salir, pero no los han dejado entrar —su voz era suave y la mirada tranquila, más de pronto se irguió y me dio la espalda—. Sé que no es el momento, pero... —no llegó a terminar decir lo que quería, pues el médico ingresó.
—¿Cómo está mi paciente favorita?
Al mirar la entrada, mis ojos se abrieron con gran sorpresa. No podía creerlo, hace muchos años que no lo veía. Su sonrisa fue acompañada de un "Tanto tiempo Letizia" Me levanté sin detenerme a pensar en mi herida y lo abracé.
—Oh, calma, no hagas fuerza —reía, pero correspondió a mi abrazo.
Al volver a mirarlo, vi el paso de los años en él. Su cabello se veía más gris y él acarició mi mejilla. Él hombre que me salvó de morir, aquel que trató mi enfermedad con un esmero único. Las lágrimas por poco brotan, estaba tan feliz de volver a verlo.
—¿Cuándo volvió?
—Pedí mi traslado hace meses, al fin me aceptaron y ahora estoy aquí, me da alegría verte de nuevo.
—Un momento, no entiendo nada. ¿De dónde se conocen?
El médico miró con atención a Felipe y luego me vio, buscando una respuesta.
—Es el padre de mi hija —le contesté.
Desconcertado, parpadeó sin creer lo que mis labios respondieron.
—Es una larga historia, pero las cosas no han cambiado —añadí.
—Comprendo —él se dirigió a Felipe, estirando su mano en señal de saludo—. Conozco a Letizia desde hace mucho, yo me encargué de hacer los controles de su embarazo —mintió, pues él guardaba muy bien el secreto del tratamiento de mi enfermedad—. Y ahora que lo conozco en persona, déjeme decirle que su hija tiene una mirada igual a la de usted. Esos ojos no mienten. Pero cambiando de tema, vamos a lo que ahora importa, y eso es tu golpe, ¿cómo sucedió?
—Creo que fue una carga de toda la presión de muchos días.
Él apretó los labios y sacó su tensiómetro y estetoscopio.
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AHORA ESTOY DIVORCIADA (Adaptación)
RomanceBueno! Aqui voy con mi primera adaptación. Con amor para todos ustedes <3