—¿Me estás echando? Felipe... no puedes estar hablando en serio. Soy tu abuela, ¡acabo de perder a mi hijo! —levantó la voz con desesperación. Tu padre acaba de morir, ¿es que no tienes el mínimo sentimiento de pérdida?
—El único sentimiento que me embarga en este momento, es la decepción, ¿por qué culpas a mi abuelo de algo no que tú tampoco tomaste importancia? ¿qué fácil es lanzar la piedra y esconder la mano, ¿verdad? Pero muy distinto a reconocer los errores. Yo he sido una mierda de persona, lo reconozco, he hecho y dicho cosas que han lastimado profundamente a la única persona que me quiso sin interés, y puede que jamás logre recuperar lo que un día ella sintió por mí, pero al menos estoy tratando de ser una mejor persona, para que esa criatura qué no tuvo la culpa de nada en toda esta maldita trampa.
—Ni siquiera estás seguro de que esa mocosa sea tu hija, ¿cómo puedes estar tan ciego?
—¡No permito que hables así de mi hija! —levante la voz con total enojo e indignación—. ¡Es mía, mi niña! No voy a permitir que alguien la ofenda, y mucho menos tú, que, llevando tu sangre, hablas tan despectivamente de alguien tan pequeño qué no te ha hecho nada.
—¡Me basta con saber que es hija de esa poca cosa! La sangre Ortiz es como veneno para la nuestra, de cualquier modo, si es que resultara ser tu hija. Esa niña es un error ¡Nunca debió haber nacido!
—¡Felipe! —gritó mi abuelo, cuando lancé un golpe en la pared, provocando que mi abuela retrocediera atemorizada.
—Vuelves a decir que mi hija es un error o que no debió haber nacido... ¡Y te juro que voy a olvidar qué llevo tu sangre! Retirando mi mano de la pared, observé la pared blanca con manchas color escarlata.
—Hijo —mi abuelo se acercó, observando mis nudillos lastimados.
—Eres un ingrato, después de todo lo que hice por ti. Fui la única que se preocupó verdaderamente por ti, incluso cuando la mal agradecida de tu madre te dejó, ¿y de esta manera me pagas? No hay duda que eres igual de débil que tu abuelo. Ustedes dos se deja manipular por una cara bonita, abandonando todo lo que verdaderamente importa.
—Vete —contesté, apretando mis puños para mantener mi propio control ante la violencia. Ella retrocedió, apretando su bolso a su pecho.
—Pues, aunque no quieran, yo voy a limpiar a esta familia.
Siendo honesto, no sé cómo demonios mi abuelo aguantó a esta señora durante tantos años, quizás pensó que le hacía un bien a su hijo al estar casado con su madre, cuando solo se hacía infeliz a él mismo.
—¡Abuelo! —reaccioné al verlo tocar su pecho, tambaleando ligeramente para no caerse—. ¿Qué te sucede? ¿Te duele algo? Apretando los dientes, respiró por la nariz y y soltó por la boca, para mantenerse erguido.
—No pasa nada, hijo. Ya está pasando, solo es una reacción ante todo esto.
—¿Estás seguro? ¿No quieres que llamemos a los doctores?
—No, estoy perfectamente bien. Lo único importante ahora es empezar los preparativos para el funeral de tu padre.
—Ve a casa a descansar, yo me encargaré de todo No estás en condiciones para...
—No Felipe, debo hacerme cargo de mi hijo, al menos por una vez quiero hacer algo realmente importante. Lo dudé, pero al final dejé que lo hiciera.
—Está bien.
—Imagino que estabas con tu hija y Letizia, ¿cierto? Ve con ellas, tú ya cumpliste. No es necesario que hagas más.
De cualquier forma, la vida tenía que seguir, yo no podía detenerme, mi progenitor había muerto. Logré decirle adiós y cerrar ese ciclo de mi vida, el rencor iba saliendo de mi alma. De todos modos, decidí contratar a un equipo especial que se encargaría de realizar lo que mi abuelo quería para despedir a su hijo. Aunque antes hubiera tenido problemas al decirlo, aquel hombre era mi padre y ya no servía de nada sentir rabia por un muerto. Ahora tenía que ver por mi hija.
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AHORA ESTOY DIVORCIADA (Adaptación)
RomanceBueno! Aqui voy con mi primera adaptación. Con amor para todos ustedes <3