Capítulos 16 - La reunión en la sala. (Sabotaje)

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POV Raul

Era él, de inmediato recordé haberlo visto en el hospital, Felipe de Borbón y Grecia, era la pareja de...

—¿Y qué hacen todos ustedes mirando? ¡Vuelvan al trabajo! —ordenó. Al parecer no me reconocía, pues no hizo ningún gesto de recordarme, de modo que preferí mantener las cosas así.

—Vamos Raúl, tengo alcohol y algodón en mi oficina. Letizia tomó mi mano y planeó llevarme con ella, más esto no fue bien tomado por él, quien al ver la amabilidad de ella, golpeó la mesa de recepción.

—¿Tan poca vergüenza tienes? ¡Crees que somos tu circo! Te dije que en este lugar se venía únicamente a trabajar.

—Está herido, no voy a dejarlo ir con la sangre bajando por su barbilla.

—¿Está sangrando? ¡Bien! Que se vaya a un hospital, tú no eres enfermera de nadie.

—Es imposible tener una conversación pacífica contigo. Ya sé que me odias, pero al menos trata de disimular.

—Pues lo mismo va para ti —le respondió sin dejar de tensar los músculos—. Guardas tanto odio que disfrutas sacarme de mis casillas.

—Detente un momento, ahí te equivocas. Yo no te odio, solo siento indiferencia. No estoy pendiente de lo que haces, no me hace feliz ni infeliz compartir el trabajo contigo. Tan solo te pido paz, que me dejes hacer mi trabajo. Ya no quiero más pleitos —pidió con voz pausada y calmada—. Encárgate de tu vida, que yo hago lo mismo con la mía. 

Concluyendo, ella me llevó a su oficina, y esta vez no hubo interrupciones. Letizia me ofreció asiento, mientras acercaba el suyo, para limpiar mi herida con el alcohol y algodón que llevaba en la mano.

—Él es tu ex esposo, ¿cierto? —quise saber. Muy aparte de recordarlo haberlo visto en el hospital, supe que ese hombre era el heredero de los Borbones y Grecia, lo había visto una que otra vez en las revistas.

—Lo es —afirmó.

—¿Y es el padre de Leonor? Ella guardó silencio, pero asistió.

—No creo que sea necesario explicar que él no lo sabe, ni siquiera está enterado de que tengo una hija, además, estoy segura que la rechazaría, así como lo hizo conmigo, y yo no estoy dispuesta a aceptar que mi hija pasé por lo mismo.

—Comprendo, sabes que puedes contar con mi total discreción.

—Lo sé, por eso confío en ti. Dentro de todo esto, había una cosa que no podía pasar por alto. El ex marido de Letizia, estaba celoso, tanto sus palabras como expresiones, demostraban la incomodidad de verme al lado de su ex esposa, sin embargo.

—Dime si te arde, ¿de acuerdo? —dijo, antes de mojar el algodón con alcohol.

—¡Uy! —di un ligero quejido, ante el contacto que me produjo ardor.

—Creo que apliqué demasiado —rápidamente, ella tomó otra torunda de algodón y trató de quitar los restos del líquido. Entonces, su rostro se aproximó, acercando especialmente sus labios, ella se acomodó un mechón de su cabello tras su oreja, al mismo tiempo que mis nervios se volvieron un terremoto interior.

—¿Pasa algo? —preguntó, levantando una ceja, para luego proceder a soplar mi herida—. No pensé que los médicos tuvieran poca resistencia —bromeó, luego de terminar—. Listo, al menos el sangrado se detuvo. Ella miró la hora en su celular, haciendo una mueca con sus labios.

—Oh, todos deben estar en la sala de juntas —se dio vuelta para tomar su carpeta del escritorio—. Agradezco lo que has hecho por mí, Raul, pero ya debo irme. Nos vemos, y ya no hagas más locuras. Prácticamente salió corriendo, provocando que mi presión bajara de golpe.

AHORA ESTOY DIVORCIADA (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora