Capítulo 22 - Astuta

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Me levanté de la banqueta por inercia, traté de decir algo, pero me quedé sin palabras, fue como olvidar cómo hablar.

—Hola, Felipe —fue ella quien terminó hablando.

—Mami, ¿lo conoces?

—Es alguien del trabajo, cariño.

"Alguien del trabajo"; por alguna razón sentí como si esas palabras fueras golpes. Aclaré mi garganta y acorté la distancia suficiente.

—Así es, nena. Tu madre y yo... Solo somos compañeros de trabajo. Con paso de trote y la respiración a su límite, apareció alguien detrás de ellas.

—Lo siento, regresé hasta donde dejé el auto, pero no encontré... Siendo únicamente un espectador, vi las manos de él posarse en los hombros de Letizia, al parecer fue un acto natural entre ellos, pues ella ni reaccionó. Entonces supe que no estaba tan equivocado, ellos sí tenían algo, pero que idiota ¡Incluso tenían una hija juntos!

—¿Todo bien, Leti?

—Perfecto, Leonor ya lo encontró, creo que ya es hora de volver a casa, mañana debe ir a clases temprano.

—Está bien, vamos ahora —respondió él—. ¿Quieres que te cargué, Leo?

—Sí —asintió con alegría—. Me voy señor, ya no siga triste —dijo, levantando la mano en señal de despedida.

—Lo tendré en cuenta —respondí. La pequeña se subió a los hombros de él, y entre risas ambos se alejaron.

—Buenas noches —Letizia dio media vuelta, iba a reunirse con ellos, mas sorpresivamente, mis labios la llamaron.

—Letizia...

—Mañana entregaré el resto de detalles del diseño para el desfile que se llevará a cabo, los tendré yo. No quiero que alguien los vuelva a cambiar. Nos vemos mañana —y sin mayor tiempo, se fue. Una hija... Letizia tenía una hija con ese hombre. Una niña que vive feliz y se divierte en una familia llena de unión, una estabilidad que yo jamás le hubiera dado. Me quedé de pie sin darme cuenta del tiempo, me sentía en un espacio vacío, como en un hoyo sin fondo. No reaccioné, hasta que las primeras gotas de lluvia mojaron mis hombros.

—No hay nada que hacer...

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POV Alvaro

—Ahora sí, con esto dejará de verme con ojos de tiburón —sonreí victorioso, al sostener la caja de donas glaseadas—. Oh, casi olvido los dulces de Leti, debo darle las gracias por su ayuda. Pagué al taxi, y bajé para entrar al edificio, más la manera de manejar de un auto, llamó mi total atención.

AHORA ESTOY DIVORCIADA (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora