Capítulo 64 - El comienzo del fin

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Rhaenys no odiaba a Rhaenyra.

Cuando el rey pidió que aceptaran un matrimonio entre la mujer y su único hijo y heredero de Driftmark, Corlys había estado celebrando por lunas enteras. Laenor así se rectificaría le decía en sus charlas nocturnas, cuando nadie más que marido y mujer podían escuchar.

La reina que nunca fue no condenaba a su hijo por no encontrar interés en las mujeres. Rhaenyra podría ser hermosa, pero el corazón quiere lo que quiere y el de su hijo quería a Joffrey.

Rhaenys no odiaba a Rhaenyra.

En la ceremonia, le partió el corazón el ver al chico llorar sin el cadaver de su amado en brazos. El rostro del cual se enamoró estaba completamente deformado. Las ropas que alguna vez arrancó de su cuerpo estaban manchadas en sangre.

Sir Criston Cole era el culpable.

Y sur Criston Cole no recibió castigo alguno por ser el que lamía las tetas reales de Alicent Hightower.

Corlys no le permitió demandar justicia, ambos sabrían que no la obtendría.

Rhaenys no odiaba a Rhaenyra.

La noche del funeral de Laena, no supo de ella hasta que apareció para defender a sus hijos como una verdadera dragona. Saltó a defensa de los chicos, saltó a defensa de su nieta.

Dany, la única hija de Laenor. Era igual de terca que él, compartía los hoyuelos en sus mejillas cada vez que sonreía. No culpaba a su nuera por no haberle dado más nietos legítimos. Conocía la naturaleza de su hijo, y supo desde el segundo en que lo vio sostener a la recién nacida Daenyra en sus brazos que no necesitaba nada más en este mundo para volver a sonreír.

Rhaenys no odiaba a Rhaenyra.

Laenor murió sabiendo que su hija lo amaba. Pero la ausencia del hombre destrozó a Dany en niveles que la reina que nunca fue no sabía que lo haría. Quizás eso fuera su culpa: debía haberse percatado de que ella estaba ahí cuando encontraron el cuerpo.

Rhaenys no odiaba a Rhaenyra.

Y aún así, después de la carta que encontró escondida en una piedra floja del suelo de los aposentos de su amado hijo hicieron que no quisieran otra cosa más que contar a Dany la verdad.

Fueron seis las cartas que encontró. Todas con una fecha de entrega.

La boda de Luke y Joffrey.

La coronación de Jace.

El primer hijo de Dany.

Rhaenys no tenía forma de saber que había dentro de las cartas, no se atrevió a abrirlas. Era una mujer curiosa, pero desde el segundo que Laenor y Laena fueron concebidos fue madre. No podía traicionar las intenciones de su hijo.

Rhaenys no odiaba a Rhaenyra.

Pero en la carta que Laenor dejó para ella, confesaba que nunca quiso dejarla... pero que en los planes de alguien estaba que abandonara a su familia.

Rhaenys no odiaba a Rhaenyra.

Le dejó claro justo después de la boda de sus nietos que sabía la verdad sobre su hijo, y que se encargaría de que las cartas que quedarán para sus hijos fueran entregadas a cualquier costo.

Pero, por su bien, esperaba que las palabras que escribió para Daenyra no rozara ni en tono su nombre.

Rhaenys sería una princesa con mayor templanza.

Daenyra era una asesina entrenada desde los cinco.

Daenyra era inmune al fuego.

Daenyra se enfrentó a cien hombres sola y vivió para traer a su prometido y a ella de vuelta a la Fortaleza Roja.

𝗧𝗥𝗘𝗦 𝗖𝗢𝗥𝗢𝗡𝗔𝗦 || 𝘑𝘢𝘤𝘢𝘦𝘳𝘺𝘴 𝘝𝘦𝘭𝘢𝘳𝘺𝘰𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora