Capítulo 15 - Siempre se derrama sangre

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*¡Capítulo con menciones de pelea y sangre! Lean bajo su propio cuidado*

Daenyra no conocía Driftmark.

No conocía sus corredores, ni pasadizos, ni lugar secretos en dónde esconderse.

Le costó muchísimo volver a toparse con las voces de Jace y Luke. Gracias a su encuentro con Aegon, los había perdido. Dio vueltas y vueltas por el lugar intentando llegar al camino al que se dirigían.

Fueron los gritos y jadeos forcejeantes lo que la ayudaron a ubicarse.

Corrió tan rápido como sus piernas le permitieron, la adernalina adormeciendo su dolor poco a poco. La daga que había vuelto a guardar en su bota, susurrando miles de formas distitnas de cortarle la garganta a quien amenazaba a su propia sangre.

Al encontrar finalmente el lugar de dónde venían los ruidos, palideció.

Frente a ella, Aemond sostenía a Luke por los aires, su eterno odio reflejado en sus ojos.

""¡Morirán en las llamas como lo hizo su padre, bastardos!" gritó en la cara de su hermano pequeño, algunas gotas de su saliva llegando a su lastimado rostro.

Si tan sólo le hubieran permitido tener su arco con ella. Su madre había resaltado todas las razones por las que una princes del reino no debería llevar armas a sus aposentos. A regañadientes le permitió las dagas - cortesía de Laenor -, no iba a dejar que la niña tuviera más que eso.

Además ¿En qué momento necesitaría una niña de ocho años un arco y flehcas en medio de la noche?

Me vendría bien ahora, pensó la niña. Un sólo disparo y la rodilla de su tío estaría agujereada e impidiendo que vovliera a caminar de nuevo en su vida.

Podría intentar con su daga, pero perdería el arma.

De todas formas, no confiaba en ella misma. Nada le aseguraba que su inconciente no controlase su puntería y el cuchillo terminase clavado en la garganta del príncipe Targaryen.

Sólo una opción se le vino a la mente.

Entró en la escena como un rayo. No era alguien especialmente veloz a pie, pero la ignorancia de Aemond sobre su presencia era factor suficiente como para ayudarla a lograr su objetivo.

Se abalanzó sobre él cuál animal salvaje, furioso. Luke cayó al suelo con brusquedad, tan sorpendido como sus primas y hermano mayor tras tan fina introducción a la pelea de la muchacha.

Intentó posicionarse sobre el joven de cabello dorado, pero este se incorporó con mayor rapidez que ella, ganándole la jugada. Jace iintentó intervenir, pero no llegó a tiempo para evitar los golpes.

Ojo morado.

Labio partido.

Nariz rota.

Los brazo de Dany estaban muy ocupados intentando detener los golpes del niño, muy cortos para alcanzar el arma en su bota para defenderse.

¿Cuál sería su plan? ¿Cortarle la mano? ¿Cegarlo?

Las manos de s tío pronto envolvieron su cuello, poco a poco cortando el aire que llegaba a sus pulmones.

"Es lindo verte así, sobrina: completamente a mi merced" le dijo, una mueca similar a una sonrisa forzada dbujada en sus facciones.

No podía ver, no podía pensar.

Dejarlo ciego era mejor que morir.

Sin embargo, pronto una figura de pelo oscuro apareció para salvar a la joven princesa.

𝗧𝗥𝗘𝗦 𝗖𝗢𝗥𝗢𝗡𝗔𝗦 || 𝘑𝘢𝘤𝘢𝘦𝘳𝘺𝘴 𝘝𝘦𝘭𝘢𝘳𝘺𝘰𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora