Capitlo 68 - Ladra y muerde

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Jacaerys despertó con un dolor insoportable en la cabeza.

El mundo a su alrededor giró durante sus primeros segundos de regreso a la conciencia. Lo único que tenía para valerse era lo que su piel le transmitía. Así que la comodidad sobre la que se recostaba lo reconfortaba, especialmente cuando sintió dolor en su abdomen y antebrazo. Ambos vendados.

Cuando sus ojos volvieron a su claridad funcional, entendió que no estaba en la Fortaleza Roja. Estos techos altos, estos colores boros y negro, el amueblado de roble oscuro.

Estaba en Rocadragón.

¿Cómo carajo había llegado a este lugar?

Intento evocar imágenes de lo que había sucedido, pero su mente no era igual de veloz recordando los hechos que sus ojos enfocando de nuevo. Un vuelo. Un escape fallido. Había vacíos en su cabeza, huecos en sus experiencias.

Fue el llanto de un bebé el que lo trajo de vuelta. Solo cuando ese ruido invadió sus oídos fue que se percató de la cuna al final de su cama.

Se levantó con dificultad, jadeando en susurros para evitar alertar a quien estuviera cerca de su despertar. Sus pasos fueron lentos, pero eventualmente avanzó hasta la peculiar pieza de mobiliario.

En ella, un niño. No podría tener más de algunas lunas. Su cabello de pintaba del rubio más Valyrio que jamás había visto, delatando solo su impureza de sangre de tal imperio por los mechones marrones brotando de su cabeza.

El bebé lo percibió casi enseguida que se asomó, calmando su llanto poco a poco hasta quedar completamente enseguida silencio mirando a Jace.

El hombre reconocía los ojos violetas intensos del niño muy bien, había algo... familiar en ellos. Su madre y padrastro poseían tal color, Baela, Rhaena y Rhaenys también, pero no eran ellos los que buscaba en su cabeza. Era alguien más.

Fue la sonrisa del bebé la que trajo la imagen de Daenyra Velaryon a su cabeza.

Rhaellon sería suyo, pero era igual a su esposa.

Su esposa.

Su mujer.

Dan.

Debía encontrarla. Debería de estar aquí con él, en alguna habitación para que pudiera descansar. No sabía nada de ella desde que se separaron de regreso de Pozo Dragón.

Quería verla. La quería con él de nuevo. 

"Oh, estás despierto" exclamó sin emoción alguna la princesa Rhaenys, quien venía en busca de noticias del príncipe para la princesa Rhaenyra. "Tu madre solicita que la veas de inmediato, y tu presencia es también codiciada en el consejo de guerra junto a Daemon".

"¿Dónde está Dany?" Fue lo único que le interesó saber al chico. Su voz salió más baja de lo que hubiera deseado, su aún corto tiempo despierto reflejándose en su lenta vuelta al control completo de todo su cuerpo.

Su abuela lo miró. Por un segundo, creyó que no lo había escuchado. Sus ojos delataban poco, su boca a penas y se movía. "¿Dónde está mi esposa? ¿Dónde está mi Dany?"

"Jacaerys, hablaremos de esto una vez atiendas los llamados de tus padres" declaró la reina que nunca fue, aún fija en su lugar para conocer la reacción de su nieto.

𝗧𝗥𝗘𝗦 𝗖𝗢𝗥𝗢𝗡𝗔𝗦 || 𝘑𝘢𝘤𝘢𝘦𝘳𝘺𝘴 𝘝𝘦𝘭𝘢𝘳𝘺𝘰𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora