Capítulo 27 - Búho sin alas

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Una semana había pasado ya desde que Dany sangró.

No fue fácil acostumbrarse a... la sensación. Tuvo que excusar su ausencia en el entrenamiento de aquella fingiendo estar enferma para que Daemon no se burlara de su flojera.

Con el pasar de los días, para su suerte, el flujo fue disminuyendo, yéndose a los cinco días de haber aparecido por primera vez.

No había sido una gran semana, se le preguntaban. Sentirse cómoda con su nueva situación de fertilidad fue difícil. Los dolores de cabeza, las punzadas en su vientre, las náuseas.

Aun así, sobrevivió. Eso le fue prueba suficiente de que estaría bien, que podía con esto.

Ya recuperada de aquella situación, volvió a ser ella misma. Y eso incluía poder escapar en el lomo de alguno de sus dragones a aquella pequeña isla no muy lejos de Rocadragón. El rincón familiar.

El lugar era acogedor sin dudas. Sus dragones tenían espacio para descansar, arboles verdes para hacerles sombra y algunas ovejas para comer que deberían de haber sobrevivido al hundimiento de algún barco y encontrado el lugar. Todos aspectos muy importantes, especialmente por la única forma de llegar a ella era por aire.

Las aguas eran traicionares en esta parte del mapa, muchas veces disimulando las puntiagudas rocas debajo suyo con algas en la superficie. De vez en cuando, aparecía nuevos restos de barcos, evidenciando el peligro que representaba navegar por esta zona.

Solo con dragones podían llegar al lugar y evitar el riesgo. Y, en su familia, había de esos.

Era usual que por esta porción de cielo se viera Tyraxes, Arrax, Sunwing, Seastorm y Nightfyre, pero todos en su familia podían venir.

Todos, menos Rhaena.

No sabía muy bien cómo era que su prima sentía hacia ella. Desde que tuvo su primer vuelo en el lomo de Sunwing, ella intentó reclamar a alguno de los otros dos por la noche, creyendo que la conexión que Dany tenía con sus dragones funcionaba exactamente igual que la de todo Targaryen.

Tuvo quemaduras en algunas partes de sus piernas y brazos. La tela por poco y se fundía con su piel en ciertos lugares.

Dany estaba furiosa. Por lo estúpido, por los descarado, por no haberle consultado primero siquiera.

¿Qué hubiera pasado si reclamaba a uno de ellos? Hubiera dejado a a una madre sin uno desus niños.

Discutieron como pocas veces lo habían hecho. Daemon intervino a favor de la princesa Velaryon en vez de su propia hija. Le dijo que fue tonta y egoísta, que entendía su necesidad de demostrar su valía al mundo, pero que casi morir por la llama de dos dragones cuyo vínculo con su jinete era extraño podría haberle costado su vida y la ventaja si se llegara a una guerra con los Hightower.

¿Y si uno se desvinculaba de Dany y quedaba salvaje? ¿Y si sólo Sunwing permaneciera en el bando de los negros y los verdes encontraran la forma de reclamar a los otros dos?

Rhaenyra intentó ser la voz de razón entre el enojo de su niña, la irritación de su esposo, y la defensiva Rhaena.

Ese día, la gemela de Baela lloró hasta dormirse.

𝗧𝗥𝗘𝗦 𝗖𝗢𝗥𝗢𝗡𝗔𝗦 || 𝘑𝘢𝘤𝘢𝘦𝘳𝘺𝘴 𝘝𝘦𝘭𝘢𝘳𝘺𝘰𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora