No era "nada", como él solía decirme cada vez que le preguntaba qué le sucedía. Pero yo podía verlo en sus ojos cafés casi siempre vidriosos. A Rubius le pasaba algo, estaba seguro. Joder, que éramos amigos desde adolescentes. A mí no podía engañarme. Lo conocía demasiado bien.
Cada vez que salíamos de fiesta con Cheeto y Alexby, él parecía estar alerta, atento a su alrededor, pero de una manera un tanto... obsesiva. Yo le miraba de reojo, analizando sus movimientos en silencio. Sus ojos se movían de lado a lado disimuladamente cada tanto. Sus manos inquietas. El pequeño sudor que le perlaba la frente. Su palidez.
-¿Rubiuh? ¿Todo bien?
-¿Eh? ¿Por qué preguntas, Mangel?
-No sé. Estás pálido. Pareces nervioso.
-No me pasa nada. ¡Quita esa cara coño, que das miedo!
Siempre terminábamos carcajeándonos cuando yo intentaba ponerme serio con él. Al principio pensé que en verdad no le pasaba nada. A veces Rubius se tornaba medio filosófico y se quedaba en las nubes todo el rato. Intuí que tal vez solo tenía alguna preocupación pasajera relacionada con youtube o algo...
Pero pasaron dos meses... dos meses enteros y Rubius seguía extraño.
Pasaba todo el tiempo conmigo. No me molestaba para nada, en realidad. Me gustaba su compañía, siempre disfrutaba el bromear con él. Me recordaba al tiempo que habíamos compartido piso. Aquellos tiempos de constantes risas y escasas preocupaciones. Era imposible aburrirse con Rubius a mi lado. Siempre fue así.
Pero luego noté que en realidad... él evitaba quedarse solo. Parecía necesitar que alguien estuviera a su lado constantemente... y yo no tenía problemas en cumplirle ese deseo. Éramos mejores amigos después de todo. Nos teníamos confianza absoluta pero... últimamente él parecía estar muy nervioso. Más de lo normal. Temía que estuviera ocultándome algo.
Permanecía cerca de mí, pero yo lo sentía totalmente alejado y distraído.
Me preocupaba.
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Luces Fuera (Rubelangel)
FanfictionMi corazón golpeó con fuerza mi pecho y mi respiración se cortó repentinamente al escucharle decir aquello. Rubius sólo seguía observándome, suplicante, con lágrimas de desesperación en sus ojos. -Por favor...- susurró con voz quebrada- Tienes que c...