-Lo sé. Lo sé perfectamente y no sabes cuánto lo siento. Hemos estado tan distanciados estos días... pero tienes que saber que a pesar de eso, no te he olvidado, ¿vale? Puede que suene muy cursi para ti. Sé que no te gusta mucho que sea tan cariñoso y eso pero... quiero ser sincero completamente. No sé cuándo volveré.- hablé serio, mirándole fijamente.- Pero me iré a Noruega por una temporada bastante larga.- Mis ojos se cristalizaron al ver el dolor de su visión puesta en mí.- No me mires así, joder. Te prometo que jamás te olvidaré. Pensaré en ti todos los días y...
-¿Mangel? ¿Qué cojones haces?- la voz de Rubius tras mis espaldas interrumpió la conversación.
-¿Me permites un segundo?- hablé con voz quebrada, limpiando las pequeñas lágrimas que se negaban a salir de mis ojos.
-¿Vale...?- dijo titubeante, mirándome preocupado una vez más antes de salir de la habitación con una cara de estar flipándolo en colores.
No me importó. Volví mi mirada hacia mi querido compañero, y estiré mi mano para acariciar su cabeza.
-Mi hermana te cuidará bien, no te preocupes por eso.- le dije sonriendo con debilidad- Te quiero... Johnny.
Y luego de eso, mi querido gatito comenzó a emitir sonidos extraños. Esos largos y agudos maullidos que parecían cantos angelicales para mí, mientras que para otros se asemejaban a un animal endemoniado. Incultos...
-Joder, te voy a extrañar tanto...
-¡Mangel! ¡Deja de hablar con el gato de una vez o perderemos el vuelo!- el grito de Rubius a lo lejos me hizo suspirar con resignación. Observé una vez más los ojitos brillantes de Johnny y luego dejé una última caricia en su cabecita anaranjada.
Ya habían pasado dos semanas. Dos semanas desde el día en el que finalmente acepté ir con Rubius a Noruega. Y aún seguía pareciéndome una locura, aunque ahora.., una muy posible.
Estas dos últimas semanas me había dedicado a grabar vídeos para Youtube a lo loco. Le había encargado a Alexby que los publicara cada tres días, y después de disculparme con él por haberme comportado como un gilipollas, le confesé que me iría a Noruega con Rubius. No le hizo falta preguntar por cuánto tiempo me iría, ya que al ver la cantidad de vídeos que yo había preparado, pudo deducir por sí mismo que sería una larga temporada indefinida.
Aunque eran puros videos de "mierdijuegos", así que no me había costado tanto grabarlos.
Luego de eso tuvimos la típica conversación en la cual él me decía que yo no debía dudar en llamarle si necesitaba ayuda con Rubius, aunque estuviéramos a países de distancia. Tuve que repetirle unas diez veces que lo haría, antes de que el enano me dejara ir finalmente. Alexby podía ser un tío mala leche a veces, pero al conocerlo de verdad podía verse claramente que era un buen chaval y un gran amigo. Uno totalmente leal.
Después de eso llamé también a Cheeto contándole un poco sobre la situación. Aunque él no había estado tan presente como Alexby, seguía siendo uno de mis mejores amigos, así que decidí explicarle que me iría a Noruega con Rubius. No se mostró preocupado. Al parecer él sí creyó las palabras de Rubius en aquel último vídeo que subió a su canal. Esas palabras que aseguraban que esto sólo sería un "descanso". Unas vacaciones. Decidí no preocuparle, y afirmé su teoría de que todo estaba bien. No me gustaba mentirle, pero si le decía la verdad estaba seguro de que el barbudo me retendría por media hora tal y como había hecho Alexby. Además... no sabría dar respuestas a sus preguntas. Ni yo estaba seguro de lo que pasaba. Pero eso cambiaría en este viaje. Iba a averiguar de una vez por todas esos secretos que se guardaba Rubius y le ayudaría en lo que me fuera posible.
Suspiré una vez más y sostuve la manija de mi gran maleta con mi mano, para luego comenzar a caminar fuera de mi habitación, dejando al ruidoso Johnny atrás. Mis padres habías accedido a cuidarlo mientras yo no estuviera, cosa que les agradecía de corazón.
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Luces Fuera (Rubelangel)
FanfictionMi corazón golpeó con fuerza mi pecho y mi respiración se cortó repentinamente al escucharle decir aquello. Rubius sólo seguía observándome, suplicante, con lágrimas de desesperación en sus ojos. -Por favor...- susurró con voz quebrada- Tienes que c...