82. Resignación

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-Mangel...

Al escuchar la voz tenue de Alexby me asomé despacio de entre las sábanas de hospital que me cubrían hasta la cabeza.

Ni siquiera haberme tapado por completo logró librarme del frío que me hacía temblar levemente. Me dolían los huesos, las articulaciones, la cabeza, y había preferido ocultarme en donde la luz no pudiera lastimar mis ojos irritados de tanto llorar.

Luego de aquel sueño no había conseguido volver a dormirme.

La mano de Alexby se posó en mi hombro al mismo tiempo que mi mirada se encontró con la suya. Pude ver su expresión contraerse de manera sutil al recorrer disimuladamente con su visión mi estado demacrado. 

-Mangel... en una hora se llevarán a Rubius. Lo prepararán para el velorio.- susurró despacio.- Habrá mucha gente, tal vez quieras... estar un rato con él ahora. Despedirte.

Mantuve mis ojos entrecerrados en los suyos, intentando determinar si él y lo que me estaba diciendo eran sólo producto de mi imaginación. Una pesadilla que ahora mismo ya se había hecho demasiada larga.

Tan sólo quería despertarme, pero eso no sucedía.

Alexby siguió mirándome hasta que terminé por negar débilmente con la cabeza, volviendo a acurrucarme entre las sábanas que no lograban causarme calidez. 

-¿No quieres verlo?- preguntó él, con obvio desconcierto en su voz.

Pestañeé, exhausto al sentir cómo nuevas lágrimas se formaban en mis ojos cansados. 

-No sé si pueda.- murmuré sin dirigirle la mirada.

-Creo que te arrepentirás si no lo haces.

Me encogí de hombros y suspiré tembloroso al saber que él tenía razón. Seguramente me arrepentiría toda mi vida si no lo iba a ver ahora. Pero verlo significaría aceptar de una buena vez que estaba muerto, significaría aceptar la pesadilla y significaría un adiós definitivo. Una despedida. 

Algo irremediable.

Resignarse a no volver a verlo... era demasiado doloroso.

-Mangel, sé que es difícil pero...

-Vale.- lo interrumpí al instante. No quería escuchar más palabras vacías de su parte con la urgencia de hacerme sentir mejor.- Iré en un momento. 

Alexby pareció satisfecho, ya que no volvió a pronunciar ninguna palabra hasta que volví a hablar.

-¿Me desmayé?- pregunté confundido. Mis recuerdos estaban algo confusos.

-Sí, tuvieron que colocarte suero un momento. No habías comido nada desde hacía varias horas y... aquello sumado a la presión de la situación terminó haciéndote colapsar.

-Vale...- la leve molestia en mi brazo confirmaba aquello. 

-Cuando vieron tu historial médico dijeron que ya habías estado en el hospital, unas horas antes de que ingresaran a Rubius.- siguió hablando.- Mangel, ¿te atropellaron? ¿Qué pasó?

-Nada.- coloqué una mano en mi cabeza adolorida y cerré los ojos un momento.- Sólo fue un accidente tonto.

Un accidente que arruinó todo.

Lentamente comencé a incorporarme, rindiéndome a lograr sentir algo de calor con aquellas sábanas frías. Alexby me ayudó a vestirme y a ponerme de pie una vez que me hube sentado en la camilla, y al quedar frente a él sentí inmediatamente sus brazos rodearme en un fuerte abrazo que me tomó desprevenido.

-Lo siento. En verdad, lamento esta situación de mierda.- confesó con voz temblorosa en mi hombro. Acepté su abrazo y asentí sin fuerza, algo conmovido ya que Alexby no solía ser así.

Luces Fuera (Rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora