Al tomar mi bolso de sus manos uno de sus dedos rozó mi muñeca, me estremecí un poco y evité verlo a los ojos.
_ ¿Qué hora es?-pregunté.
_ Las 9:00am, ¿Por qué?
_ ¡Las 9:00! ¡Hoy es miércoles hoy nos tocaba laboratorio!- dije alterada.
_ Ahhhh-dijo encogiendo los hombros.
Pasé rápidamente por la puerta de la alcoba y me topé con Christian.
_Perdóname.-dije apartando mi cabello de mi rostro.
Me miró de nuevo, esta vez queriendo ver por dentro del escote de mi vestido, me aparté incomoda y bajé las escaleras, su madre estaba abajo poniendo la mesa para comer.
_ Nos vamos, vengo en un rato.-dijo él abriendo la puerta principal para que yo pasara.
_ Adiós y gracias por todo.- sonreí aproximándome para poder despedirme, ella me abrazó y me susurro al oído.
_ Me gustas para mi hijo.
Me ruboricé al escuchat sus palabras y solo asentí, al salir de la casa sentí un frio horrible.
_ No nos dará tiempo de llegar a clases ¿Sabes?
Él tenía razón aunque no quisiera perderme este día de clases no podría evitarlo.
_ ¿Te llevo?-me dijo sacando las llaves de su auto.
_ Gracias.-respondí.
Quería entablar una conversación con él pero de mi boca solo salían respuestas simples.
Me abrió la puerta de su auto en la parte del copiloto y al entrar sentí un aroma a menta (olor a él) y cerré los ojos deleitándome en aquel delicioso aroma.
_ ¿Dónde vives?-preguntó.
_ Arriba de la colina, fuera del pueblo.-contesté abriendo los ojos.
_ Ahhh
Al pronunciar esas palabras observe sus labios, eran rosados, carnosos y perfectos. Cerré los ojos nuevamente y me recosté en la ventana imaginándome como sería besar aquellos labios, ¿Por qué pensaba en eso? Imaginando su aliento sobre mi cuello.....
Me negué a seguir torturándome de esa manera, no iba a pasar nunca.......¿O sí?
Supongo que me dormí un rato porque al despertar estábamos frente a Montaditos y Rayan tenía un par de papas con salchicha y queso (ignoro el nombre de esa comida).
_ Al fin te despertaste.-dijo arrancando el auto.
_ ¿Cuánto tiempo me dormí?-pregunté
_ Como 8 horas nada mas.-respondió.
Abrí los ojos como platos ¿8 horas? Eso era demasiado considerando que estaba en el auto de Rayan.
_ No ubiqué tu casa, perdón.-dijo encogiendo los hombros.
_ No te preocupes, gracias.- sonreí.
Comenzó a recorrer el pueblo hasta que encontramos el camino que conducía arriba de la montaña, tras mil vueltas por fin llegamos a mi casa ¿Por qué a todos les cuesta tanto ubicar mi casa?
_ Gracias.-dije mientras me bajaba de su auto.
No sé por qué no esperé a que me dijera algo, comencé a caminar hacia la entrada de mi casa, cuando noté algo extraño, la puerta estaba entre abierta.
Estoy segura que la cerré antes de salir anoche.-pensé.
_¡Valeria! Espera.-oí la voz de Rayan.
_ ¿Qué pasó?
_ Tu bolso, lo dejaste en mi auto.-dijo mientras ponía el fino bolso frente a mí.
_ Gracias-sonreí.
No recordaba que llevaba bolso.
_ ¿Cómo abriste la puerta si dejaste tus llaves en el bolso?
_ Estaba así.... Ahorita que la vi.-respondí confundida.
_ Espera aquí.-dijo mientras se colocaba frente a mí y empujaba la puerta hacia adentro.
Al entrar me di cuenta que todo estaba echo un caos, las sillas tiradas, mi ropa tirada en el sillón.
_ Alguien estuvo aquí.-dijo pensativo.
_ Si, ya me di cuenta......-dije temerosa.
_ Yo subiré, tú quédate aquí.
Me quedé parada frente al sillón doblando mi ropa, estaba asustada, después de un rato Rayan bajó.
_ No hay nada.
_ Gracias.-intenté sonreír.
_ Creo que será mejor que me vaya.- dijo frotándose la cara con las dos manos.
_ De nuevo gracias.-dije mientras me temblaban las manos del miedo.
_ ¿Quieres que me quede?-oí que decía su voz grave.
_ Si.- asentí.
No era nada personal, pero no quería quedarme sola, tenía miedo y mi chico se estaba ofreciendo a quedarse aquí, no se lo voy a impedir.
Pero que estoy diciendo ¿Mi chico?
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Mi pequeño gran amor. #PGP2016 #PremiosWABooks #CBL (Go Wattys 2016)
Teen FictionTras la muerte de sus padres , Valeria decide ir con su tío que vive en un pueblo a las afueras de Canadá, por las montañas, todo comienza de nuevo, nuevos amigos, nueva escuela, nueva vida. Ahí conocerá a ese pequeño gran amor, ese que hace palpit...