Capítulo 42

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Al salir de tomar mi duchar me vi en el espejo, mi pelo estaba enredado y me miraba pálida.

Me pasé un peine y desenredé mi cabello, me aproximé a mi closet y saqué unos leggins negros y una blusa fucsia floja; me puse la ropa interior y seguidamente la blusa y los leggins.
Me coloqué unos converse y salí del cuarto, Rayan estaba apoyado contra la pared con la cabeza hacia atrás.

_ Mmmmm ya hueles mejor. Sonrió.

_ Ha ha ha. Que gracioso.

Tocaron el timbre y Rayan bajó las escaleras hacia la puerta, cuando bajé Nadia se encontraba frente al sillón.

Al verme corrió a abrazarme.

_¡Vale! ¿Estás bien?-dijo mientras me daba un fuerte abrazo.

_Sí, gracias.-dije abrazándola con más fuerza, una lágrima salió de mis ojos y me la sequé rápidamente.

_ Si necesitan algo estaré arriba.-dijo Rayan saliendo de la sala.

Me separé de Nadia y nos sentamos en el sillón.

_ ¿No ha intentado aprovecharse?-dijo mirando hacia las escaleras.

_ No.-sonreí.

_ Mmmm.... ¿Segura?

_ Si, la verdad es lindo tener a alguien que te ayude y no se aprovecha en tus momentos de vulnerabilidad.

_ ¿Ya hablaste con la policía?

Puse los ojos en blanco y pregunté:

_ ¿Cómo te enteraste?

_ Melissa me preguntó si te había visto y pues me contó lo que pasó.

_ Ah, bueno pero respondiendo a tu pregunta no.... Aún no he ido a hablar.

Movió la cabeza de un lado al otro y pude verle su pequeño tatuaje. Me acerqué a su cuello y toqué donde se encontraba el tatuaje.

_ ¿Por qué una golondrina?-pregunté.

Nadia bajó la cabeza y cerró los ojos, luego de unos minutos levantó la cara y tenía los ojos vidriosos.

_ Me lo hice cuando mi hermano murió.

Una tristeza enorme inundo mis pensamientos al pensar en la muerte. Nadia comenzó a derramar unas cuantas lágrimas y prosiguió.

_ Yo tenía 16 cuando él murió, mis padres se deprimieron un tiempo y poco a poco lo fueron superando sin embargo yo no podía superarlo , él era mi mejor amigo, mi protector, cuando él murió me quedé sola y la única manera que encontré para poder aplacar mi dolor fue haciéndome esto.-dijo señalando su tatuaje

Después de un momento añadí:

_ ¿Por qué un tatuaje?

_ Porque era la única forma en la que podía sentir dolor y dejar una marca en mi cuerpo, escogí la golondrina porque aunque te parezca tonto ellas viajan de un lugar a otro, ellas comienzan su vida de nuevo y eso era lo que yo quería hacer con mi vida......

Al pronunciar esas últimas palabras se le quebró la voz y se tapó los ojos con las manos para contener las lágrimas. Me quedé callada y me abrazó, así pasamos en silencio un rato cuando sonó su celular.

_ Debo irme, mis padres me están esperando en casa.

Me levanté del sillón y volví a abrazarla, nos dirigimos hacia la puerta y Nadia se marchó. Cerré la puerta y me recosté sobre ella, comencé a sentir las lágrimas corriendo sobre mi mejillas y contuve las demás que amenazaban con salir de mis ojos.

Al mencionar la muerte siempre recordaba a mis padres y eso abría una herida en mi corazón, aún no la había logrado cerrar y cada vez era más difícil vivir con eso.

Subí las escaleras con la intención de descansar y vi la puerta de mi cuarto entre abierta, me asomé a ver y por un fino orificio vi a Rayan frente a la librera con mi ejemplar de Cumbres Borrascosas en las manos. Me quedé parada observado aquella escena, Rayan abrió el libro con mucho cuidado y comenzó a pasar las páginas gastadas, sonreí al verlo tan concentrado...  

Mi pequeño gran amor. #PGP2016 #PremiosWABooks #CBL (Go Wattys 2016)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora