Se acercó a la ventana y el sol brilló sobre su pelo oscuro, estaba cansada pero no quería arruinar ese momento, me alejé cuidadosamente de la puerta y entré a la habitación junto al baño, al entrar busque a tientas el interruptor para encender la luz.
Al encender la luz me di cuenta que había una pequeña cama y muchos peluches por todas partes, me sorprendí al ver todo aquello y me aproximé a la librera blanca de la esquina. En ella habían cuentos de hadas perfectamente empacados en plástico transparente.
¿Mi tío tiene hijos? Eso no tiene sentido, mi madre siempre me dijo que mi tío nunca se casó.-pensé.
Me senté sobre la pequeña cama y observé nuevamente toda la habitación, me puse de pie y revisé el closet, estaba repleto de pequeños y delicados vestidos. Sonreí al ver los gustos de mi tío, la verdad no estaban nada mal.
Escuché que se cerró una puerta del otro lado del pasillo y salí de la habitación dejándola tal y como la había encontrado.
_ ¿Todo bien?-preguntó Rayan mientras yo cerraba con cuidado la puerta de la habitación.
_ Si.-sonreí.
_ Tenemos que llamar a la policía, debes contarles lo que te hicieron.-dijo torciendo el gesto.
_ Si.-respondí.
Después de un momento Rayan rompió el silencio.
_ Los llamé hace un rato ya vienen en camino.-dijo frotándose el cuello con la mano.
_ Bueno.-respondí.
Rayan bajó las escaleras, entré a mi habitación y escuché un celular sonando.
_ Definitivamente no es el mío.-pensé- Lucia se había quedado con mi celular.
Sobre la librera había una tenue luz, me aproximé a ella y encontré el celular de Rayan, Vi el nombre en pantalla pero era un número desconocido.
_ ¡Rayan!.-grité desde mi habitación.
Se escucharon pasos subiendo las escaleras y se abrió la puerta de golpe.
_ ¿Estás bien?-preguntó con preocupación.
_ Sí, estoy bien, solo que dejaste tu celular aquí.-dije extendiendo mi mano para darle su celular.
_ Ah lo olvidé.-sonrió.
Se dirigió nuevamente a la puerta y antes de que saliera dije:
_ Ah por cierto te llamó alguien.
Volteo a verme y puso los ojos en blanco.
_ ¿Contestaste?
_ No, no contesté.-Pero hubiera querido contestar.-pensé.
Asintió y salió por la puerta bajando las escaleras, me acosté en la cama y cerré los ojos fatigada.
_ Valeria.....-escuché.
_ ¿Qué?-dije arrastrando las palabras.
_ Ya vino la policía y debes decirles lo que pasó.
Abrí con dificultad los ojos y encontré a Rayan sentado en el borde de mi cama tomándome del brazo.
_ Ahorita bajo.-respondí bostezando.
Rayan se puso de pie y se aproximó a la puerta pero no salió. Me puse de pie y caminé hacia el baño para lavarme la cara, al salir Rayan seguía parado frente a la puerta. Abrí la puerta y Rayan salió tas de mí; bajamos las escaleras y en la sala se encontraban dos hombres vestidos de negro con unas gafas gruesas que cubrían sus ojos.
_ Señorita Thompson, soy el agente Miller.-se presentó el primer hombre.
_ Gracias por venir.-dije estrechando su mano.
El agente Miller observó a Rayan y volteó a verme nuevamente.
_Me gustaría hacerle unas preguntas en privado.-señaló.
_ Claro agente.-dije mirando a Rayan pidiéndole que me dejara sola un momento.
_ Mi compañero se irá con él.-dijo el agente viendo a su compañero.
_ Como quiera.-añadió Rayan sin prestarle importancia.
Se marcharon de la habitación y el agente Miller sacó un pequeño cuaderno de su bolsillo.
_ Cuénteme todo lo que pasó.
Se me secó la garganta al recordar a Christian tratando de violarme.
_ ¿Y bien?-insistió con seriedad.
Le conté con dificultad la historia mientras él apuntaba cada cosa que decía, cuando por fin terminé preguntó:
_ ¿Algo más que debería saber?
¿Sería buen momento para decir que Christian era hermano de Rayan? No... creo que no.....
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Mi pequeño gran amor. #PGP2016 #PremiosWABooks #CBL (Go Wattys 2016)
Dla nastolatkówTras la muerte de sus padres , Valeria decide ir con su tío que vive en un pueblo a las afueras de Canadá, por las montañas, todo comienza de nuevo, nuevos amigos, nueva escuela, nueva vida. Ahí conocerá a ese pequeño gran amor, ese que hace palpit...