Capítulo 102 maratón 3/4

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Me ruboricé y le di un pequeño beso de despedida, me bañe y me vestí, pase viendo a Patrick a su cuarto para ver cómo estaba Lea y ambos estaban dormidos. Bajé las escaleras y me metí en el auto de Rayan, arranqué y me dirigí a la clínica, la sala estaba repleta de niños llorando y mujeres tosiendo por todas partes. Una nena se acercó a mí y me dio un dibujo.

-Qué bonito, gracias.-sonreí acariciando el cabello rubio de la niña.

-De nada.-sonrió mientras se alejaba con su madre.

-¿Valeria? ¿Valeria Thompson?, el doctor la está esperando sonrió la enfermera. Tomé mi bolso rápidamente, esquivando a un bebé que gateaba por el suelo con un camión de juguete en la mano. El pequeño juguete paso por mi zapato y él se rio, le sonreí y el niño me devolvió una adorable sonrisa.

-¿Cuánto tienes?-Preguntó la madre del niño posando su miraba en mi estómago.

Se me escapó una risa incómoda y respondí.

-¡Oh! yo no.....

-¡Lo siento!-se sonrojó-supuse que estabas embarazada.-sonrió.

Entré a una sala completamente blanca y la enfermera me dio un botecito e instrucciones, a pesar de tener la regla estoy muy nerviosa, anoche tuvimos sexo con Rayan sin protección y lo último que necesito en este momento es un embarazo sorpresa.

Minutos después le devolví el botecito lleno a la enfermera, me sentó en una camilla y acercó el aparato para medirme la presión.

-Descruza las piernas, linda.-me pidió con dulzura, inmediatamente obedecí. Tras tomarme la temperatura, desapareció y unos cinco minutos más tarde escuché un golpe en la puerta y un hombre de mediana edad con cabello canoso entró a la sala, se quitó los gruesos lentes y me tendió la mano.

-Doctor Morris, es un placer conocerte, Valeria.

La verdad yo esperaba que me atendiera una doctora, pero al menos este parecía ser agradable, el doctor Morris comienza a hacer preguntar las cuales fueron absolutamente horribles. Me ví obligada a contarle que Rayan y yo habíamos tenido sexo sin protección en una ocasión, la enfermera se acercó y dejó un papel sobre la mesa. El doctor Morris lo miró y contuve la respiración esperando la respuesta.

-Bueno, no estás embarazada.-sonrió.-podemos empezar.

Inmediatamente dejé salir un suspiro aliviada. El doctor comenzó a contarme de métodos anticonceptivos de los cuales no sabía que existían.

-Primero debo llevar a cabo un examen pélvico. ¿Te parece bien? -Asentí y me tragué el puñado de nervios que tenía, me sentí incómoda y aún más por tener la regla.

-Casi hemos terminado-anunció el doctor. De pronto frunció el ceño

-¿Te habían hecho antes un examen pélvico?

-No, nunca.-contesté en voz baja.

-Hum....-murmuró.

Mis nervios se descontrolaron ¿Acaso la prueba estaba mal y si había un bebé ahí, después de todo?

-Me preocupa el tamaño de tu cérvix, no tienes por qué inquietarte ahora pero me gustaría hacerte más pruebas.

-¿Nada por qué inquietarme?-dije nerviosa.

-Por ahora nada...., pero no puedo estar seguro.

-¿Pero qué podría significar?

-Bueno.....en el peor de los casos podríamos hablar de infertilidad, pero no veo ningún quiste y eso es una buena señal.

-¿Infertilidad?-dije mientras mis manos comenzaban a sudarme, seguidamente la enfermera me puso la inyección anti conceptiva.

-Lo que acabo de hacerte es un diagnostico pero necesito pruebas, no es seguro. Acompaña a la enfermera, te llevará a que te hagan las pruebas.

Mi pequeño gran amor. #PGP2016 #PremiosWABooks #CBL (Go Wattys 2016)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora