Me ruboricé y le di un pequeño beso de despedida, me bañe y me vestí, pase viendo a Patrick a su cuarto para ver cómo estaba Lea y ambos estaban dormidos. Bajé las escaleras y me metí en el auto de Rayan, arranqué y me dirigí a la clínica, la sala estaba repleta de niños llorando y mujeres tosiendo por todas partes. Una nena se acercó a mí y me dio un dibujo.
-Qué bonito, gracias.-sonreí acariciando el cabello rubio de la niña.
-De nada.-sonrió mientras se alejaba con su madre.
-¿Valeria? ¿Valeria Thompson?, el doctor la está esperando sonrió la enfermera. Tomé mi bolso rápidamente, esquivando a un bebé que gateaba por el suelo con un camión de juguete en la mano. El pequeño juguete paso por mi zapato y él se rio, le sonreí y el niño me devolvió una adorable sonrisa.
-¿Cuánto tienes?-Preguntó la madre del niño posando su miraba en mi estómago.
Se me escapó una risa incómoda y respondí.
-¡Oh! yo no.....
-¡Lo siento!-se sonrojó-supuse que estabas embarazada.-sonrió.
Entré a una sala completamente blanca y la enfermera me dio un botecito e instrucciones, a pesar de tener la regla estoy muy nerviosa, anoche tuvimos sexo con Rayan sin protección y lo último que necesito en este momento es un embarazo sorpresa.
Minutos después le devolví el botecito lleno a la enfermera, me sentó en una camilla y acercó el aparato para medirme la presión.
-Descruza las piernas, linda.-me pidió con dulzura, inmediatamente obedecí. Tras tomarme la temperatura, desapareció y unos cinco minutos más tarde escuché un golpe en la puerta y un hombre de mediana edad con cabello canoso entró a la sala, se quitó los gruesos lentes y me tendió la mano.
-Doctor Morris, es un placer conocerte, Valeria.
La verdad yo esperaba que me atendiera una doctora, pero al menos este parecía ser agradable, el doctor Morris comienza a hacer preguntar las cuales fueron absolutamente horribles. Me ví obligada a contarle que Rayan y yo habíamos tenido sexo sin protección en una ocasión, la enfermera se acercó y dejó un papel sobre la mesa. El doctor Morris lo miró y contuve la respiración esperando la respuesta.
-Bueno, no estás embarazada.-sonrió.-podemos empezar.
Inmediatamente dejé salir un suspiro aliviada. El doctor comenzó a contarme de métodos anticonceptivos de los cuales no sabía que existían.
-Primero debo llevar a cabo un examen pélvico. ¿Te parece bien? -Asentí y me tragué el puñado de nervios que tenía, me sentí incómoda y aún más por tener la regla.
-Casi hemos terminado-anunció el doctor. De pronto frunció el ceño
-¿Te habían hecho antes un examen pélvico?
-No, nunca.-contesté en voz baja.
-Hum....-murmuró.
Mis nervios se descontrolaron ¿Acaso la prueba estaba mal y si había un bebé ahí, después de todo?
-Me preocupa el tamaño de tu cérvix, no tienes por qué inquietarte ahora pero me gustaría hacerte más pruebas.
-¿Nada por qué inquietarme?-dije nerviosa.
-Por ahora nada...., pero no puedo estar seguro.
-¿Pero qué podría significar?
-Bueno.....en el peor de los casos podríamos hablar de infertilidad, pero no veo ningún quiste y eso es una buena señal.
-¿Infertilidad?-dije mientras mis manos comenzaban a sudarme, seguidamente la enfermera me puso la inyección anti conceptiva.
-Lo que acabo de hacerte es un diagnostico pero necesito pruebas, no es seguro. Acompaña a la enfermera, te llevará a que te hagan las pruebas.
ESTÁS LEYENDO
Mi pequeño gran amor. #PGP2016 #PremiosWABooks #CBL (Go Wattys 2016)
Teen FictionTras la muerte de sus padres , Valeria decide ir con su tío que vive en un pueblo a las afueras de Canadá, por las montañas, todo comienza de nuevo, nuevos amigos, nueva escuela, nueva vida. Ahí conocerá a ese pequeño gran amor, ese que hace palpit...