Capítulo 40

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_ ¿Qué hacen aquí abajo?.-dijo una voz.

Levanté la vista y vi a un tipo que tenía una pistola en la mano y miraba fijamente a Rayan.

_ Entra al auto.-dijo Rayan sin apartar la vista del tipo.

Obedecí y entré a su auto.

_ No ha respondido a mi pregunta.-dijo el tipo.

_ Vine a traer una mercadería.-señaló Rayan.

El tipo sonrió y asintió guardando el arma.

_ ¿El jefe lo sabe?

_ Si lo sabe.-respondió Rayan con seguridad.

_ Salgan de aquí.-ordenó el tipo.- haciendo un gesto para nos marcháramos.

Rayan entró al auto y lo puso en marcha, al salir del parqueo se detuvo frente a una casa azul y se quitó su chaqueta, me miró y la puso sobre mis hombros con delicadeza.

_Gracias.-musité con la voz quebrada, aun no podía dejar de llorar. Se acercó a mi frente y depositó un tierno beso.

Volvió a poner en marcha el auto y media hora después nos encontrábamos fuera de mi casa, Rayan salió y abrió la puerta del copiloto donde me encontraba, me miró fijamente y me tomó entre sus brazos.

Abrió la puerta de mi casa. (Si, la había dejado abierta por descuidada) y me depositó en el sillón, se dirigió a la cocina y cuando regresó traía un vaso de agua en sus manos. Se sentó junto a mí y me rodeo con los brazos en silencio. Nuevamente comencé a llorar hundiendo mi cara en su pecho y él alargó su brazo para tomar el vaso de agua.

_Toma.-dijo poniendo el frágil vaso entre mis dedos.

Tomé un sorbo agradecida y se lo devolví, asintió y tocó mis mejillas quitando las lágrimas que caían sobre ellas.

Apartó sus brazos de mí y se puso de pie dirigiéndose a las escaleras, unos minutos después apareció nuevamente a mi lado con una sábana y un conjunto de ropa de pijama. Me observó y me entregó la pijama. Lo observé y él se dio la vuelta para que me cambiara tranquila.

_ ¿Podrías ayudarme?-pregunté limpiando el resto de lágrimas en mi rostro. Rayan se dio la vuelta y volvió a mirarme.

_ Si claro, ¿Que necesitas?

Me sentía demasiado débil como para cambiarme.

_ ¿Me ayudas a ponerme esto?.-dije señalando la pijama.

Asintió y se acercó a mí, levanté los brazos y me quitó el crop top, tomó la blusa que había traído de mi habitación y me la pasó por los hombros con cuidado, seguidamente hizo lo mismo con el short.

Cuando terminó se puso de pie tomando la ropa que acababa de quitarme y la puso en el bote de basura de la cocina.

_ ¿Necesitas algo más?-dijo mirándome fijamente.

_ No, gracias.-musité.

Se sentó nuevamente en el sillón y me recosté en su pecho, él me tomó una mano y me dio un beso, así pasamos en silencio mientras escuchaba los fuertes latidos de su corazón hasta quedarme dormida.

Mi pequeño gran amor. #PGP2016 #PremiosWABooks #CBL (Go Wattys 2016)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora