Cuando me desperté eran las 9:30am tenía media hora para arreglarme, me levanté de golpe y tomé mi ducha, al salir tomé el vestido que había comprado ayer y me lo pasé por los hombros, me puse unos tacones bajitos (casuales) y decidí llevar el pelo suelto.
Bajé a la cocina y ya eran las 10:00am, decidí esperar un rato antes de mandarle un mensaje a Rayan preguntándole a qué hora vendría. Prendí la televisión y puse la primera película que apareció, la verdad ni siquiera le puse atención, Luego de un rato saqué mi celular y vi la hora, eran las 12:00 del mediodía.
Me sentí terrible al ver la hora, ¿A esto se refería Patrick y su madre cuando me dijeron que tuviera cuidado con Rayan? ¿Habría estado jugando conmigo?
Sentí que una lágrima resbalaba por mi mejilla así que parpadee un par de veces para tratar de contener las demás lágrimas que amenazaban con salir de mis ojos; sequé unas cuantas con mi muñeca y subí las escaleras, me quité el vestido y los zapatos colocándolos en mi armario, me coloqué unos pantalones de pijama negros, una blusa blanca y de zapatos, unas chinitas.
Bajé las escaleras y seguí viendo la televisión para matar el tiempo, entre ratos lloraba un poco y así pasé el resto de la tarde, cuando el sol comenzaba a ponerse decidí que sería un buen momento para leer, me puse de pie y me aproximé a las escaleras. Tocaron la puerta y me quedé confundida.
_ ¿Quién podría ser?
Al abrir la puerta encontré el rostro de Rayan, no mencioné ninguna palabra, y lo miré aún con los ojos un poco hinchados de llorar.
_ Perdóname.-musitó.
Seguí callada sin saber que decir.
_ En serio, perdóname.... Fui a la Universidad a hacerme unos exámenes....-dijo frotándose el cuello.
_ Está bien...-musité finalmente.
Dio un paso hacia mí y me levantó la barbilla.
_ No, no está bien Vale.-dijo mientras soltaba mi barbilla y yo bajaba la mirada en silencio.
_ ¿Aún podemos salir?-preguntó.
_ Creo que ya no estoy vestida para salir.-sonreí.
_ Entonces... supongo que no.-dijo mirándome con ojos suplicantes.
_ Si quieres.... Puedes quedarte un rato.-sugerí.
Al ver su rostro observé una amplia sonrisa.
_ ¿En serio?
_ Si quieres.
_ Pues claro que quiero.-sonrió.
Lo dejé entrar y miró la sala detenidamente.
_ Veo que ya no está la montaña de ropa que tenías aquí la otra vez.
_ Supongo que despareció.-sonreí molestándolo.
_ ¿Qué te gusta más la pizza o las hamburguesas?-.preguntó.
_ Pues la pizza.-sonreí.
Sacó su celular y se lo colocó en el oído mientras hablaba.
_ Si, por favor una grande de queso.°
_ ¿Qué crees que estás haciendo?-dije acercándome para tomar el celular.
Sonrió cuando traté de quitarle su celular y salió por la puerta principal, unos minutos después regresó.
_ ¿Qué fue lo que hiciste?- pregunté.
_ Compré una pizza ¿Por qué?-preguntó con una sonrisa divertida en su rostro.
Me aproximé a él y le di un leve empujoncito.
_ ¡No lo hubieras echo!-sonreí.
Traté de darle otro empujoncito pero me tomó la muñeca y me atrajo hacia él, sonrió y sentí que comenzaba a acelerarse mi respiración; tocaron la puerta y me aparté de él. Unos minutos después traía en sus manos una caja de pizza.
_ ¿Te parece si comemos?
Se sentó sobre el sillón y puso la caja frente a mí.
_ Tú elije primero.
Tomé el primer pedazo y luego él tomó el suyo, el queso caliente en mi boca era una sensación riquísima. Rayan tomó la caja y la puso sobre la mesita frente al sillón.
_ Es delicioso.-dije.
Me miró pícaro y rápidamente aclare:
_ El queso que se funde en mi boca.
Se aproximó a mí y su pulgar tocó la comisura de mis labios.
_ Tenías un poco de salsa.-sonrió.
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Mi pequeño gran amor. #PGP2016 #PremiosWABooks #CBL (Go Wattys 2016)
Teen FictionTras la muerte de sus padres , Valeria decide ir con su tío que vive en un pueblo a las afueras de Canadá, por las montañas, todo comienza de nuevo, nuevos amigos, nueva escuela, nueva vida. Ahí conocerá a ese pequeño gran amor, ese que hace palpit...