Un minuto más

XLV

31 de diciembre de 2021

Querida Julia:

Otro año que se escapó de entre nuestros dedos. Un año con muchos altibajos, pero pudimos superarlo. Aún me cuesta entender que este año se haya llevado a Elías y a Crookshanks, me encantaría que estuvieran aquí con todos nosotros. Laura prometió venir después de las doce, espero que lo cumpla, no la veo desde el entierro de su papá.

Ah, ¡no me vas a creer! No sé si recordarás cuando te comenté acerca de un señor que dijo ser el amor de la vida de Elías... Resulta y acontece que es quien se encargó de Laura en la casa de acogida antes de que la adoptaran; lo quiere como a un padre y está con él cada vez que puede. Es curioso las vueltas que da la vida, ¿cierto?

Hoy es el único día del mes en el que me permito mirar atrás y lamentarme de todo lo que no logré hacer o de malas decisiones que tomé. Tampoco es que me lo permito todo el día, sólo cuando me despierto; al levantarme, aparto todo lo negativo de mis pensamientos y sigo disfrutando de este mes tan maravilloso.

Ahorita estás en el patio tomando un poco de sol. Alejandro no trabaja ni hoy ni mañana, tampoco lo hizo el 24 y el 25; siempre insisto en darle más días libres pero él se niega, dice que le encanta pasar tiempo con nosotras. Me cuesta creerle, sin embargo, allá él con sus cosas. Entré un momento a la cocina para buscar un plato con uvas, pues te encantan. Esta carta llega hasta aquí, no tardas en desesperarte al ver que no vuelvo y aún tengo que quitarles las semillas.

Con amor,

Isabel