LXXXII

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27 de marzo de 2022

Querida Julia:

Ese mes se nos fue volando, pasé muy buenos momentos con mis alumnos y les prometí que nos veríamos en septiembre, cuando terminaran las vacaciones.

Recibí tres sueldos: junio, julio y agosto; el segundo fue porque estuvimos hasta casi finales de ese mes evaluando lo que habíamos hecho y entregando notas, y el último correspondía a las vacaciones. Los dos primeros se los di en su totalidad a Claudia, para recompensar un poco la ayuda que nos habían dado durante más de medio año; del tercero, les di la mitad.

Me enteré a través de Elías, un par de días después de la última contribución, que su mamá guardaba ese dinero entre sus libros. Él me preguntó la causa y no supe qué responderle; yo no podía hacer nada, era decisión de ella lo que hacía o dejaba de hacer con lo que yo le daba.

A mediados de agosto, supe el porqué.

Con amor,

Isabel

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