17 de febrero de 2022
Querida Julia:
Hoy es mi cumpleaños, mi amor, ¿lo sabías? Ya son 85 años desde que estoy en el mundo, eso es mucho tiempo, ¿verdad? Sí, siento que ya he tenido suficiente, pero aún no voy a recibir a la muerte como una vieja amiga, porque tengo muchísimas razones para seguir viviendo, y tú encabezas esa lista. No sé qué haré hoy. Te diré la verdad: no quiero hacer nada; sin embargo, creo que tus sobrinos y Gabriela me van a visitar, Emilio no puede venir y Laura tampoco, no importa, la intención es lo que vale. Tengo unas ganas inmensas de comerme una torta de chocolate gigante, ¿sabes? Aunque sé que no me van a dejar... Creo que ya sé qué voy a pedirles de cumpleaños, y espero que me regalen ese pequeño placer. Alejandro tuvo un problema personal y tampoco pudo venir a trabajar, así que tenemos un largo día por delante con el suplente otra vez.
No puedo evitar recordar todos los hermosos detalles que tenías para conmigo antes de que tu enfermedad se hiciese presente, incluso los mantuviste los primeros años aunque te costara cada vez más y más. Te gustaba mucho llevarme a circos y ferias (eso cuando éramos más jóvenes y con más energía), al cine o también nos escapábamos a veces a la playa (ejemplo: cuando me pediste matrimonio en mi cumpleaños 34).
Hacías de mi cumpleaños una fecha realmente especial y esperada, y nunca pude encontrar las palabras adecuadas para darte las gracias por eso, ya que, antes de ti, a mí no me gustaba en lo absoluto. ¿Sabes qué nunca faltó en, aproximadamente, 50 años de tradición? Mi desayuno de cumpleaños y el hecho de que me prohibieras siquiera acercarme a cinco metros de la cocina; tú eras la encargada ese día de todo (y casi siempre terminábamos comiendo en la calle). Ay, vida mía, ¿sabes qué extraño y seguiré extrañando por el resto de mis días? Tus besos al despertar y antes de dormir (además, claro, de todos los demás que me dabas), los extraño como no tienes ni idea; extraño abrazarte y que me correspondas, besarte cuando y donde quiero, hacerte el amor, decirte cuánto te amo y poder llamarte «mi amor», «mi vida», «mi esposa», entre otros, sin preocuparme de tu reacción por lo «desconocido». Me duele muchísimo, como no tienes ni idea, ver lo que fue y ya no será más, Julia.
Entonces... Feliz cumpleaños para mí, ¿cierto? Te amo, Julia.
Con amor,
Isabel
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Un minuto más
RomanceCombinando el presente y el pasado, Isabel hilará los diferentes hechos de su vida para poder narrarle, a través de cartas, su historia a su amada; recorriendo viejos caminos, pero esta vez sin compañía. Historia destacada en el perfil @FiccionGener...