"Duelo amistoso"

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Durante dos días estuvimos andando sin rumbo a través de ese bosque. Todos teníamos problemas con nuestras habilidades ya que no habíamos sanado por completó. Marcus tenía un grave problema para sanar ya que sus manos estaban muy dañadas. Verónica lo examinó, dijo que tenía algunos dedos rotos y moretones que no le permitían sanar, pues al parecer Marcus puede sanar a los demás pero su sanación propia era lenta como la de cualquier persona normal. Al primer día se nos acabó la comida que tenías almacenada en las mochilas, decidimos partir en busca de alimento pero no encontramos nada.

Seguimos caminando hasta una zona en la que no había tantos árboles, solo césped y algunas flores con conejos y venados saltando por todos lados. Todos dejamos las mochilas y nos dejamos caer sobre el césped para descansar, luego salimos en busca de algunos conejos para la cena, en total se capturaron seis conejos y esa fue nuestra cena.

Antes de dormir me enfoque en ayudar un poco a Marcus para que sanará, no sabía nada de medicina pero supuestamente con plantas todo sanaba... o esa era lo que veía en los programas de supervivencia, lo único malo que podría pasar seria que las plantas fueran venenosas. Luego de apagar la fogata me acode al lado de Jenny para dormir.

Al día siguiente Chris despertó con una fiebre muy alta y escupía sangre, me desperté por el llanto de verónica y fui a ver qué ocurría.

- ¿Qué ocurre? - Quise saber.

- Chris está enfermo. - Respondió Connor.

- ¿No tenemos medicamentos?

- No, no tenemos nada y ninguno de nosotros sabe sobre medicina. - Grito Verónica.

- Cálmate. - la tranquilice. - ¿Estamos muy lejos de la civilización? - comencé a preocuparme.

- No lo sabemos. - Respondió Connor.

- ¿Gabriel, puedes subir y echar un vistazo?

- No tengo energía para eso.

- ¿Y tú, Jenny?

- Esta soleado y no hay ninguna ráfaga de viento que me impulse. - Explicó ella.

- Tu creas los vientos, Jenny. - la mire confundido.

- Necesitó una ráfaga para cambiar su rumbo y hacer que me impulse.

- ¡Demonios! - Gruñí. - ¿Quiénes pueden usar sus habilidades? - quise saber.

- ¿para qué quieres saber eso?

- Pues, para intentar llegar a una farmacia y traer medicamentos. - dije sarcásticamente.

- Dudo que allá una cerca. - opinó Connor.

Recordé que cuando conocí a Jenny ella sano algunas heridas de bala que yo tenía.

- Jenny ¿No puedes sanar a Marcus así como me sanaste a mí?

- Lo haría, pero necesito una fuente eléctrica para extraer energía. - explicó ella.

- Tenemos que encontrar una. - observé a todas direcciones, pero no había nada ¡No había un coño! Ni siquiera una nubecita para sacar rayitos como ella hace siempre.

- ¿y si corres? - Aconsejo ella.

Intenté correr pero tenía mi rodilla lastimada.

- No puedo.

- ¡que fastidió! - se quejó Jenny, mientras se sentaba en el suelo.

- No se esfuercen, nadie puede hacer nada. - Gabriel se reía a carcajadas, parecía que se estaba ahogando por su forma de reír.

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