En el Pentágono.

205 17 2
                                    

Narra Callaghan.

Observaba con atención como L-08 destrozaba el rostro de aquel elegido con el que entrenaba. Me molestaba ha gran medida la forma en la que todos estos elegidos dejaban escapar su ira y rabia, no he encontrado elegido con la capacidad de pensar dos veces antes de dejar escapar sus ganas de destruir algo, sin embargo, entendía como se sentían todos estos.

- Ok. L-08, retiraré de la jaula. - salió de la jaula tal como se le ordenó y acto seguido los guardias lo tomaron para llevarlo al extractor. - Que pena. Me agradaba un poco. - La oficial que vigilaba la jaula a mi lado se burló un poco, y siguió haciendo su trabajo. - Quiero que ingresen a la jaula K-50 y F-63. - Dije claramente.

- Me temo que eso no va a suceder. - Alguien abrió la puerta de la sala e ingreso rápido dirigiéndose hacia mi.

- ¿A que se debe está interrupcion...? - Volteé a ver a aquella persona y se trataba del general Herrera. - ¡General! Buenos días. - Dije amablemente, este solo me miro frío.

- Tal vez esto te interese. - Me pasó un celular, no lo pensé tanto y lo coloque en mi oído.

- ¿Quien es? - Dije no tan animado.

- ¡Papá...! - Escuché una voz un tanto aguda.

- ¡Informe de situación! - Ella no me llamaba a menos que sea algo urgente, salí de la sala y fui directo a mi oficina para hablar mejor con ella.

- Me descubrieron. - Su tono de voz era de fracaso. Al fondo podía notar como los demás se burlaban de ella pero no lo tome en cuenta, sabía que la mayoría de esos elegidos eran jóvenes.

- ¿Quien está contigo?

- El grupo de elegidos que me mandaste a espiar. - Recordé que se trataba de D-56 y T-37.

- ¿T-37 está con ustedes? - Quise saber, y hubo silencio por un par de segundos.

- Hola. - Reconocí esa voz al instante.

- D-56, qué gusto escucharte. - Dije amable y atento.

- Igualmente. Quería informarte que vamos en camino al Pentágono. - Fue un sorpresa para mi escuchar eso.

- ¿A qué se debe eso?

- Te explicaré cuando lleguemos...

- Ey Iván, pregúntale donde me puedo estasionar. - tras esto escuché muchas carcajadas y luego simplemente se cortó la llamada.

No encontraba una respuesta lógica para lo que ocurría. Nunca le dije a Iván que viniera, solo le dije que me ayudara a proteger las demás instalaciones.

Mi computador recibió un archivo proveniente de la red con la que controlabamos todas las instalaciones del país. Al verlo solo entre en shock, pues según el controlador decía que habían destruido una instalación escondida que no aparece ni siquiera en los registros principales. Hay cuatro de estas instalaciones en el país y son la única defensa que queda.
Rápidamente comencé a escribir un mensaje de alerta mundial, pues por lo que sabía esta clase de suscesos solo ocurría aquí en América, y no tenemos las defensas suficientes para proteger todo el país por nuestros medios.

- Capitán Callaghan, por favor dirigirse a la pista de aterrizaje número tres. - No perdí tiempo y corrí por todos los pasillos y escaleras hasta llegar a la pista número tres tal como se me había pedido.

Al llegar me encontré con nada más que D-56 y su grupo de amigos. Al rededor estaban muchos soldados apuntando sus armas hacía ellos.

- Bajen sus armas. - Dije fuerte mientras me acercaba a mí hija la cual me miraba con pena.

Elegidos [pausada :(] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora