Estancado.

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Internamente, me sentía devastado, encerrado, sin soluciones... la decisión era demasiado obvia, pero no quería aceptarlo. Simplemente ese pequeño echó de que iban a destruir la instalación más grande del país y liberar a ese tipo, me carcomía el cerebro; pues si lo hacen, hagamos lo que hagamos en el futuro, ellos tendrían la ventaja de todo lo cual nos hace estar en más peligro.

Desde un principio este plan no está nada seguro. Lo que Garelito dice no es muy creíble, suena casi ridículo, pero aún así deja a la luz un poco de sentido o aunque sea una pizca de esperanza. Obvio que cómo van las cosas no hay solución para lo que se aproxima, esa guerra implica muchas cosas y lo peor... Gracias a mí estúpida idea ayude a los enemigos a destruir las defensas de este país, todo por querer escapar del aburrimiento en Star Hill, fue algo tan tonto que me daban ganas de maltratarme aún más de lo que lo hacía antes. Observe mi brazo derecho el cual cada vez más era cubierto por los cristales que emanaban de mi hueso, dolía cada vez que lo movía en ciertas maneras, y extrañamente esa mierda se sentía bien, aunque sabía que era una estupidez al igual que todo esto.

Calme un poco mi mente y seguí observando la ciudad desde el balcón, era lo único que podía hacer y la única manera de intentar recordar la calma que brindaba el lugar.

- Hola. - Una voz tranquila y susurrante advirtió la presencia de alguien a mis espaldas, al reconocerla suspiré y vi hacía atrás de reojo. Ella se acercó despacio y me abrazó rodeando mi espalda y pecho. Tome una de sus frías manos y la besé para intentar brindarle algo de calor, cosa que le gustó y giro pasando por debajo de mis brazos para abrazarme de frente. - ¿Que haces aquí solo? - Quiso saber al subir su mirada.

- Solo estoy pensando. - Respondí seco y la miré de reojo.

- Hmmm, ya veo... - Termino la oración con un "POP" chistoso que hizo con sus labios. - ¿Y en que piensas? - De nuevo me miro, esta vez sonriendo.

Me ríe, pues no sabía cómo explicarle todo esto.

- ¿No te sientes, asustada, por todo esto que haremos? - Miró hacía arriba intentando aguantar la risa.

- Espera... creo que no escuché bien ¿Lo repites? - Me burle e ignore su chiste dejando de abrazarla. De nuevo me coloqué en el balcón y seguí viendo la ciudad. - ¿No me vas a decir? - Su tono cambio a uno más serio.

- Jenny, esto es serio, no es un juego realmente alguien podría morir está vez. - dije calmado y sin mirarla.

- ¿De qué hablas? Solo vamos a entrar, rescatar las cosas del feo ese, y luego... - Se quedó callada en plena explicación y me miró interrogante. - ¿Que estás planeando? - Descubrió lo que pensaba, miré hacia donde ella estaba y me preparé por si soltaba alguna cachetada.

- Luego de que rescatemos el pergamino de Garelito, regresaremos aquí y tu cuidaras de los demás mientras yo veo cómo puedo ayudar al SAM. - Se quedó sin palabras, solo me miro con la boca abierta.

- Tengo que analizar lo que acabas de decir...

- Jenny es en serio...

- ¿Enloqueciste?...

- Jenny escúchame un momento...

- ¡No! Tú escucha...

- Jenny...

- ¡Estas loco! Esta vez enserio te pasaste...

- Jenny...

- Tanto tiempo sin verte y sales con que quieres ir de nuevo a dónde estaban todos esos hijos de su puta...

- ¡JENNY ESCUCHAME! - La tome de su brazo y con mi otra mano tape su boca para evitar que hablara. - No puedo dejar que salga ese elegido... No sé cómo pero debe haber la manera de defender el Pentágono...

Elegidos [pausada :(] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora