Elegidos [pausada :(]

Caminó.

Al pasar casí doce horas sentado en aquél auto no pude evitar sentirme aburrido, mi rostro estaba entumecido por la fuerza del aire que chocaba contra el auto, literalmente tenía mi rostro pegado a la parte superior de la ventana mientras que aquél viento golpeaba mi cara, quién diría que toda la emoción que traía rápidamente se desvaneceria.

- ¿No te duele la cara? - Jenny me sacó del transe causado por exceso de aburrimiento.

- Que me duele es poco, ya ni la siento. - Bromee sin moverme de mi lugar.

- ¿En serio? Bueno creó que no habra problema si golpeó un bache.

- ¿Cuál ba...? - El auto dió un pequeño saltó al golpear un bache en la carretera, por el saltó mi rostro se levantó y al caer golpeé bruscamente la puerta en la que antes descansaba. - ¡Eres muy mala! - me queje mientras sobaba mi mejilla, y ella solo se reía a carcajadas.

La miré con rabia, pero ese sentimiento no duro mucho ya que me quedé hipnotizado al ver su belleza. Sentía algo en mi pecho, un sentimiento que no estaba claro dentro de mi mente ¿Sera que Jenny me gusta? Lo dudo, no es la única chica hermosa que he visto aunque cabe destacar que ninguna me daba la misma curiosidad que ella producía, sin embargo, no sabía lo que ella pensaba de mi asi que prestarle mucha atención no estaba en mis planes.

Tras un par de kilometros mas nos detuvimos en un pueblo para descansar antes de continuar. La comida que Jenny había traído ya se habia acabado y décimos entrar a una cafetería para comer algo.

Mientras esperábamos noté que Jenny me observaba demasiado, como si intentará romper el silenció que nos dividía uno del otro. Solo me límite a tomar el baso de agua al frente de nosotros mientras no le perdía la vista de sus ojos, al terminar de beber le sonríe haciendo que ella tambien respondiera con una sonrisa.

- Cuéntame de ti, Iván. - dice Jenny buscando conversación para romper aquél silenció.

- ¿Que te cuento?

- ¿Cómo descubriste tus habilidades? - Le conté todo lo que ocurrió aquélla noche en el basurero, como aplaste el refrigerador y cuando salí corriendo, luego le conté lo que me dijo la voz de chica, algo que pareció interesarle bastante pero no dijo nada como respuesta a eso. - ¿Y no has descubierto más habilidades? - Cambió el tema.

- No. - respondí. - ¿y tú como las descubriste?

- Estaba en mi casa juntó con mi Hermano y mi madre. Siempre he tenido una atracción hacía las estrellas así que salía de mi casa para trepar a la azotea y verlas un rato. Era relajante, una de las cosas que mas extraño. - Noté que bajó su mirada posandola en la mesa, algo de tristeza se apoderó del ambiente y decidí prestar mucha mas atención a su historia. - Una noche nublada y fría con pinta de que iba a llover, me moleste con mi madre por no dejarme ir con unas amigas a jugar en el parqué ese mismo día en la tarde, subí a la azotea y comencé a caminar en círculos muy molesta. Me di cuenta de que arriba de mí se formaba un tornado siguiendo el círculo que hacía al caminar, el viento era tan fuerte que me levantó del techo por unos segundos y cuando decidí detenerme caí bruscamente en el suelo de la azotea, luego de eso los vientos y el tornado desaparecieron. Ignore lo que había pasado y me senté en el techo de nuevo, vi que se acercaba una tormenta eléctrica a la distancia. La rabia que sentía me hizo pensar cosas malas y al pensar en "¿Qué pasaría si un rayo me alcanzará?" al instante un rayo me callo en la cabeza causando que me desmayara. Al despertar estaba en mi habitación y mi hermano estaba conmigo, él me dijo que tenía ciertas habilidades que me hacían especial y que estas en ocasiones cambiaban el físico de las personas que las poseen, para comprobarlo hizo que me viera al espejo y vi que uno de mis ojos celestes cambio de color a un amarillo cálido. Estalle en llanto por lo que había ocurrido con mis ojos, me sentía muy mal y molesta, tanta era la rabia que pude sacar rayos de mis manos, destruí mi habitación y lastime a mi hermano sin querer. - Explico ella y volvió a tomar agua.