Luego de darme un baño caliente realmente largo en el que me despoje que toda esa suciedad que traía por los sucesos en mi antiguo hogar, comencé a limpiar mi rostro y despojarme del exceso de vellos en él. Luego de varios minutos por fin podía sonreír al espejo sin ningún tipo de incomodad ya que sin todos esos bigotes parecía un poco más joven y gracias al peinado que di a mi cabello lucia casi idéntico a cuando vivía en Star Hill. No obstante, esa sonrisa no duro mucho porque al mirar mi reflejo también llegaron a mi mente pensamientos negativos, sabía que esa era la razón por la cual no podía mantenerme relajado. La guerra todavía seguía en curso mientras yo me encontraba en este lugar, y no se sabe cuánto tendré que entrenar para poder estar en ese equipo que menciono Gabriel. Sabía que yo puedo lograrlo; desconfianza no tenía para nada, pero lo que es seguro es que no será pan comido, huevos revueltos o carne molida; tendré que esforzarme al cien por ciento si realmente quiero pasar por encima de todos ellos.
Al salir del baño me dirigí directo a mi cama; la última litera, alejada por completo de la puerta de entrada, lugar que si me hacía sentir cómodo. Los demás elegidos no hablan entre sí ni nada por el estilo, pero estaban bastante relajados en sus respectivas camas y sin discusiones o miradas amenazantes entre sí.
Luego de que terminara de ordenar mis cosas en ese pequeño baúl colgante en la litera y revisar esos tres conjuntos de ropa que me entregaron, opté por ponerme el que más me gustó de todos ellos. El primero era algo parecido a el vestuario de un bebé, un traje unido en la sección del torso, mangas largas al igual que las piernas y también traía una capucha... para ponérselo solo se baja el cierre que llegaba hasta el ombligo, metes las piernas y luego lo sierras o puedes dejarlo colgando como si fuera una sudadera alrededor de la cintura, algo bastante cómodo por la tela suave y lo ancho que era en sus piernas, pero a mí no me llamaba la atención. El otro era un short militar y una camisa sin mangas, también militar, y el tercero era un pantalón igual de cómodo que el conjunto, una camisa blanca y una chaqueta con sierre.
Los zapatos si eran bastante cómodos... nos entregaron dos pares de ellos, unos totalmente negros y otros con una suela más dura y de color blanco pero ambos zapatos eran deportivos y tenían un diseño futurista, aunque no tenían mucha decoración.
También como accesorios teníamos lentes de sol deportivos de color negro, una gorra negra, y otra militar y al igual que eso también teníamos dos gorros, uno negro y otro militar.
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Elegidos [pausada :(]
Phiêu lưuIván Aranguren, un chico de 16 años residente de un pequeño pueblo llamado Star Hill. Vive día a día gozando de las cosas extraordinarias que puede hacer gracias a sus habilidades sobre humanas otorgadas por una chispa que vive en su interior... lo...