🌻Mike🌻Sus padres se habían ido por medicamentos después de haber comido, el cielo seguía nublado y yo no quería dejar de abrazar a Tony.
No sabía que tan grave era, pero no quería que se fuera, tan solo de imaginarlo me causaba un dolor punzante en alguna zona de mi pecho.
–¿P-puedes soltarme? Tengo que ir al baño– se movió un poco entre mis brazos.
–No– hundí mi cabeza en el costado de su cuello.
Escuché un sonido insistente proveniente de mi teléfono, seguramente una llamada.
–Anda, contesta en lo que voy ¿si?– solo bastó que me sonriera poquito para obedecerlo, lo solté y el se fue en dirección al baño mientras yo sacaba mi celular.
–¿Hola?– dije después de contestar y poner el celular en mi oreja, sin ver quien era la persona que me llamaba.
–Enseguida me dices dónde estas, porque chingados no me respondías las llamadas y porque me pinches ignoraste cuando saliste corriendo como pendejo que se enteró de que a su novia no le ha bajado!– alejé el teléfono al escuchar los gritos de mi madre.
–Calmantes montes, estoy bien y es lo que cuenta jefa.
–¡¿Dónde estás?! Tu hermano está llorando porque creé que ya te suicidaste!– no pude evitar soltar una risita– ¡No te rías Christopher!
–Ah, dile que esté tranquilo, hasta acá puedo escuchar sus gritos.
–¡No me has contestado! ¡¿Dónde estás?!– gritó de nuevo, como toda persona en su punto más alto de valentía, colgué y apagué el teléfono, poniéndolo de nuevo en mi pantalón.
Cuando levanté la mirada, ahí estaba Tony cruzado de brazos mirándome con una ceja levantada.
–¿No les avisaste a donde irías?
–Jeje lo olvidé– me encogí de hombros, el negó con la cabeza mientras reía.
–Ven, me interrumpiste en mi abrazo eterno– dije mientras extendía mis brazos hacia el.
–No mames, siempre dices eso y te cansas a las dos horas– se puso al lado de mi y correspondió mi abrazo.
–Ahora no me cansaré– me abalancé sobre el, deteniéndome con mis codos para no aplastarlo.
–¿No le dirás a tu madre donde estas?– preguntó con expresión dudosa, era demasiado lindo para este planeta.
–Le explicaré todo cuando llegue a casa– le sonreí mientras le daba un corto beso en sus entreabiertos labios.
–¿Seguro? Dijiste que podías escuchar los gritos de alguien.
–Ah, Vic creyó que me había ido a suicidarme– solté una risita y le di otro beso.
–Nonono ya se como termina esto– dijo mientras intentaba levantarse.
–Dejate querer– sonreí mientras le daba otro beso, pero esta vez en el cuello.
–Ay, no, estoy cansado– dijo mientras le seguía repartiendo besos en todo su bello rostro.
–Entonces yo hago todo– acaricié sus mejillas, dándole un beso en los labios, esta vez correspondido.
Pase mis manos hasta su cintura abrazándolo, apoyándome de mis rodillas para no caer sobre el, repartiendo muchos besos en todo su rostro lo que causaba una leve risita de su parte.
La cual me conpletaba.
A ropa poco a poco fue sobrando, olvidamos completamente que sus padres volverían pronto.
Acaricié sus piernas antes de entrar lentamente en el, procurado no lastimarlo, seguido hundí mi cara en el costado de su cuello, percibiendo su dulce olor.
El se abrazó de mi, cerrando los ojos y soltando leves gemidos que se convirtieron en gritos que intentaba acallar tratando de cerrar su boca, fallando terriblemente.
Me moví con lentitud, susurrando en su oído cuanto lo quería y lo bello que era, hasta que la conocida sensación en el vientre se hizo presente, gimiendo mas fuerte hasta eyacular, al igual que el.
Me hice a un lado para caer junto a el y lo volví a abrazar.
No quería soltarlo.
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¿Me odian? :c
Bai ❤
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F E M! • Joshler Jalex Kellic Perrentes Frerard Peterick Brallon
FanfictionUsar tacones, faldas cortas, maquillaje, suéteres lindos, ropa interior de encaje y decorar todo con flores son parte de la serie de cosas que la sociedad ha dado por hecho que son exclusivamente para las chicas.