F E M! • Joshler Jalex Kellic Perrentes Frerard Peterick Brallon

14- Otra discusión

🌻Tyler🌻

Josh se sentó algunos lugares mas adelante que nosotros, me moría de vergüenza ¿que clase de persona corre cuando lo invitan a salir?

Kellin se sentó frente a mi, interrumpiendo mis pensamientos.

–Porque tan callados?– sonrió levemente.

–Tyler está nervioso por ese asiático de ahí – susurró y apunto con su dedo a Josh.

El volteo su cuello sin disimular su mirada hacia el teñido.

–Oh, es con quien te he visto hablar últimamente ¿no?–

– si– contesté y bajé la mirada.

–El amor te trae loco– soltó una carcajada Patrick.

Un sonido seco llamó nuestra atención, el vecino de Kellin, llamado Vic, se había sentado a su lado.

– Tyler, Patrick, hola!– sonrió y nos saludó con energía.

–Hola Vic– Patrick le devolvió la sonrisa y el saludo, yo solo Sonreí sin despegar mis labios, en plan "mensaje recibido", el volteó hacia donde se encontraba Kellin.

– Hola Kells ¿como has estado?– su tono de voz cambió a uno. . . ¿dulce?

–Muy bien, con algo de mucha flojera ¿y tu?– sonrió y acomodo un mechón de cabello detrás de su oreja para que no estorbara.

–Igual que tu–

¿acaso era una batalla de miradas de colegiala enamorada?

Siguieron hablando, ignorandonos por completo, hasta que entró el profesor con una mirada de determinación, supongo que esta vez si explicaría algo.

Y como suponía, se cansó de todo el ruido y encargó un ensayo de 10 hojas sobre el tema que estaba explicando.

Después de eso sonó lo que marcaría el receso, así que guarde mis cosas y salí junto con Tyler, ya que este casi me estaba empujando para que corriera, y Kellin se quedó hablando con Vic.

Llegamos al comedor y el se sentó, suspirando pesadamente. Después de algunos minutos llegaron Brendon, Gerard y Kellin, la frentona se estaba quejando de el precio de unos tacones color beige que vio en una tienda, el día de ayer.
A lo lejos pude distinguir a Alex y a Jack, caminando como si pagaran por cada paso, soltaban una que otra carcajada y parecía que si no se miraban a los ojos iban a morir.

–Por que estas tan distraído?– me preguntó Kellin mientras tomaba de su jugo de durazno.

–¿ah? Oh, nada, solo veía a los tórtolos – me encogí de hombros y apunté con mi mentón hacia donde tenía mi vista posada.

Kellin y los demás dirigieron su mirada hacia donde apunté y se quedaron viéndolos junto conmigo.

–Yo creo que se gustan– dijo Patrick vagamente.

– Anuma– dijo Brendon con cara fingidamente sorprendida.

– No mames Pato, obviamente – esta vez dijo Gerard volteándolo a ver.

Aclaro de una vez que yo no soy ningún metiche, ni me interesa la vida de los demás, pero eso cambia completamente cuando se trata de mis hermanitos.
No sabía de que hablaban o si se estaban tirando indirectas sexuales o si hablaban de meter niños a una camioneta de color negro con los vidrios polarizados y tener de chofer a un calvo con un tatuaje de un nopal que cubría toda su espalda, pero pude ver como Jack apartaba el cabello que tapaba la frente de Alex y con sus dos manos sosteniendo las ahora rojas mejillas de este, le plantaba un beso en la frente, sonrió poquito y se alejó de el, despidiéndose con una mano.