F E M! • Joshler Jalex Kellic Perrentes Frerard Peterick Brallon

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🌻Brendon🌻

–¿Te sientes mal?– preguntó Patrick mientras se acercaba mas a Alex, el cual aún seguía de rodillas frente al baño.

–Uh, n-no, estoy bien– cerró los ojos con fuerza y soltó un largo suspiro.

–El embarazo we– mencionó Tyler para después soltar una carcajada.

Que no fue seguida por los demás.

–Ya Ty, te hizo mal rockear con un ukulele– miró hacia abajo, riendo de una forma que parecía poco genuina.

¡Oh, no! 

Sabía que no debía dejar a Jack actuar libremente con Alex, esta tan pendejo que no se sabe poner ni un puto condón.

–Alex. . .– dijo Kellin, como pidiendo que dijera que sucedía.

Pero la mirada de el que vomitó parecía mas confusa que la nuestra.

–¿Que?

–¿Que pasa? ¿Algo te cayó mal?– Kells volvió a insistir en que hablara, preguntándole.

–No lo se– se levantó de el suelo mientras limpiaba la boca con un pedazo de papel.

–¿Estas seguro de que no es lo que dice Tyler?– esta vez preguntó Gerard.

–¡Callate gorda! No invoques la desgracia– le grité, esto solo le causaría estrés.

Al mirarlo pude ver como las teorías le estaban comiendo la mente, tenía lágrimas asomándose por la parte inferior de su ojos, tapó su boca, prosiguió a llorar y respirar con mucha agitación.

Me apresuré a tomarlo de los hombros y repetirle varias veces que respirara lentamente, pero no sirvió.

–¡Quitate!– me gritó más que nervioso, empujándome con todas sus fuerzas.

Sentí como uno de mis pies se deslizaba y me hacia caer de sentón, no era necesario hacer todo esto para que yo decidiera irme.

–V-vayanse– susurró mientras tapaba ambos de sus oídos.

–Puede ser algo que simplemente te haya caído mal, no tiene que ser un embarazo ¿saben?– dijo Oliver, el que había estado en el marco de la puerta todo este tiempo.

Alex volteó a mirarlo, parecía querer decirle algo.

¿Porque estaba tan seguro de que un bebé era la causa de ese vomito?

–Ya había vomitado antes, estoy preocupado– las lágrimas siguieron corriendo por sus mejillas, parecía mas tranquilo pero aún tenía la respiración agitada.

–No te adelantes, ya podrás alegrarte cuando una prueba de embarazo te lo confirme o niegue– dijo Oli, antes de irse de aquí.

–Pues tiene razón– Kellin se cruzó de brazos.

–Te dije que no cogieras con ese pendejo, todo le sale mal– le dije mientras me encogía de hombros.

–Ya callate, cuando el comience a criticar a tu jirafa vas a estar de nena.

La gorda se atrevió a contestarme así.

–No puede criticarlo, es perfecto.

–Ni puidi criticirli, is pirficti– intento imitarme, al mismo tiempo que ponía caras raras.

–Le vas bajando, chamaca pendeja– me crucé de brazos.

–¿Bajando a que? Tu eres el que siempre está tirándole mierda a Jack como si no hubiera un mañana y lo peor es que no tienes ni un solo motivo.