F E M! • Joshler Jalex Kellic Perrentes Frerard Peterick Brallon

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🌻Kellin🌻

Y no estuvimos juntos, me distraje con algo y al mirar de nuevo a donde se suponía que estaban mis amigos, ya no estaban.

Solo estaba Vic, con su radiante sonrisa.

Le respondí curvando mis labios ligeramente , entonces recordé algo.

¿No se suponía que cuidaría de Oliver por si tenía algún ataque de pánico?

Iba a caminar rápidamente hasta encontrarlo, pero apenas girarme, una mano tomó la mía.

La mano de Vic.

Entonces recordé que veníamos aquí a animarnos así que supongo que Oli también haría lo mismo ¿no?

Comenzamos a caminar sin ninguna dirección, a lo lejos pude ver a Tyler y a Josh, juntando sus frentes y dándose uno que otro beso.

Eran tan lindos.

–Ah está bien, ya cierro el hocico– escuché la voz de Vic y al voltear lo pude ver con un puchero y cruzado de brazos.

Entendí que ya me había estado hablando un rato.

–¿Si? Wow pensé que nunca lo harías– solté una risa y el fingió llorar.

O eso pensé hasta que vi que si estaba llorando de verdad.

–Viktuuur, que era broma– toqué su hombro, preocupado.

–No wey, esa pendeja me pisó!– apuntó a una chica que estaba cerca de nosotros.

Era de cabello rojizo ondulado, con cara de niña de 5 años y unos tacones más finos que los de Brendon.

–Oh, cielos, como todo está oscuro te confundes con el ambiente– tapó su boca y soltó una risa aguda.

–¿Cual oscuro? Que están las pinches luces encendidas– Vic levantó una ceja.

–. . . ay, que naco– torció la boca y se fue moviendo su cabello exageradamente.

–Oye ¿que fue eso?– solté una carcajada, seguida por la de el.

–Vente, vamos a chupar, que tengo sed– volvió a tomar mi mano, haciendo que sintiera calor en mis mejillas de nuevo.

–¿a-alcohol?– seguro me escuché ridículo.

–Obvio, te juro que yo no me emborracho, eso lo inventó Mike– dijo mientras se servía ese líquido– bueno, no tanto como para amanecer en el jardín de Juan.

Solté una risita y vi el líquido del que se había servido, era amarillento.

–¿Quieres?– dejó de tomar y me miró levantando una ceja.

–U-un poco– el dejó su vaso a un lado inmediatamente para poder servirme.

Como dije, me sirvió poco, era menos de la mitad de el vaso. Miré por última vez la bebida y puse mis labios en el borde de el vaso, ladeandolo para después descubrir el sabor desconocido para mi.

No había tomado esto nunca, claro que había tomado alcohol, pero era diferente.

Vic me sonrió y nos dirigimos a las escaleras, para después sentarnos en un escalón, el comenzó a hablarme de nuevo de sus anécdotas raras, haciendo pausas para tomar su bebida.

–Así descubrí que no debía halar tanto la falda de mi madre para llamar su atención y menos enfrente de otros weyes– dijo mientras ponía su boca en línea recta.

–Tu estás tonto– dije mientras reía, ya me dolía el estómago.

–¿Te acabas de dar cuenta? ¿cual es el tonto ahora?