6°Prepotencia

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—Mamá —Le dije mientras servía la cena y ella estaba sentada en la mesa viendo hacia el infinito probablemente atada a sus pensamientos.

—Mmm... —Ella no me observó mientras ponía el platillo frente a ella y mucho menos lo hizo cuando lo puse frente a Tessie.

—¿Qué te pasa? Has estado en silencio desde que llegamos del hospital hace como cuatro horas. —Me senté a la mesa, derramando algo de bebida al mantel por lo que tomé una servilleta y lo sequé con rapidez.

—Nada, es solo que... —Se quedó en silencio tomando el tenedor y moviendo la comida de allá para acá sin hacer nada más que eso.

—¿Qué cosa? Quiero saber. —Esperé unos minutos pero no me respondió por lo que supe de inmediato de qué se trataba. —Margo. —A penas mencioné su nombre ella reaccionó.

—No empieces Spencer —me advirtió con un tono neutro y molesto.

—No hasta que me digas porqué la odias realmente, Margo se fue tres días después de esa fiesta a la que fui, aún no sé cómo aparecí aquí en casa y tú no has querido decírmelo —demandé poniendome de pie muy molesto. —¿Cuál es ese secreto tan grande que no puedes decírmelo? —pregunté algo herido por su reacción al no querer mencionarlo.

—Spencer Clark no te pongas agresivo conmigo, soy tu madre te guste o no, ahora vas a sentarte a comer o voy a castigarte.
—Exclamó muy molesta mientras me apuntaba con el dedo índice y me miraba con ira.

—No hasta que me lo digas. —Apoyé las manos en la mesa mirándola atentamente.

—Spencer —dijo en un tono duro. —Siéntate y cena.

Me quedé de pie mientras ella se sentaba y yo tomaba aire pesadamente para mantener la mirada y no cortar el contacto visual, terminó siendo una especie de competencia de quién se da vencido primero.

—No hasta que me lo digas. —Ella negó con la cabeza a lo que Tessie me vió asustada, pasé las manos por mi cabeza —¿Cómo...? —Dejé la frase en el aire. —¿Sabes? Olvídalo, iré a Washington y le preguntaré en persona. —Ella se puso de pie muy molesta.

—Es imposible que la ames tanto como para querer dejarnos solas y desprotegidas —exclamó mi mamá mientras yo notaba cómo poco a poco pasaba de ser alguien conocida a alguien que no pude reconocer en absoluto.

—¡No lo están mamá! ¡no lo están! —espeté exaltado. —No lo han estado nunca, decías que estábamos protegidos cuando papá estaba en Irak ¿Porqué no lo estarías conmigo lejos?—Tomé aire tratando de calmarme. —No soy su reemplazo —susurré. —De nadie y jamás oigo un "gracias" cuando hago algo mamá, cociné la cena, y ni siquiera me dices un cumplido para hacerme sentir mejor. —Apreté los ojos controlándome, no podía volver a los ataques de ira, no de nuevo.

—Spencer tienes que relajarte —dijo ella bajando el tono de la voz. —Hijo no puedes tener un ataque de ira, está Tessie presente. —Le hizo una seña a mi hermana para que se acercara. —Ve a tu cuarto mi amor, después te llevaré la cena. —La pequeña asintió con la cabeza y se marchó corriendo. —Oye, este tema se salió de control ¿si? Mejor sentémonos a conversar. —Me mantuve firme aplacando los sentimientos para descubrir la verdad.

—Margo mamá, M-A-R-G-O —deletreé bruscamente. —¿Qué le hiciste? —pregunté apoyando las manos en la mesa pero ella permaneció inmóvil. —¿Qué demonios le hiciste? Ella no volvió a verme después de esa noche, no me contestó las llamadas, ningún mensaje, no pude entrar a su casa a pesar que estuve horas esperando fuera de su ventana, pensé que se había ido antes pero me pregunto en qué momento vino a dejarte esa nota si ya no estaba. —Sus ojos se cristalizaron un poco.

119 Días Antes [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora