119 Días Antes [Terminada]

108•Temperamental

—Átame —murmuré mientras me sentaba cerca suyo y él me observaba atentamente a los ojos casi dudando de todo lo que estaba pasando en ese preciso momento, pero no podíamos permitirnos las dudas, si lo hacíamos todo el plan se iría por la borda y terminaríamos muertos. —Hazlo, será la única vez que podrás atarme.

Una pequeña sonrisa escapó de sus labios a la vez que sus dedos se deslizaban por la cuerda sacándola así de mi mano traspasándola a las suyas. Tomó aire profundamente a la vez que yo me subía levemente las mangas de la chaqueta y él comenzaba a pasarla por mis muñecas con menuda delicadeza.

—Aton —dije viendo que el nudo ni siquiera se veía firme. —Hazlo enserio, no van a creernos el montaje si vienes y me atas las manos de este modo.

—Si apreto más las cuerdas te va a lastimar —dijo él de manera obvia.

—Átalas como Vanessa te enseñó a hacerlo, no va a pasarme nada si las atas bien. —Mi tono se endureció un momento, pero era solo para aparentar tranquilidad, porque para ser honestos, temblaba por dentro. Aton desató los nudos que había hecho y partió de cero comenzando a atarlas de nuevo de la manera que correspondía.

—Listo —mencionó cuando mis manos estaban totalmente atadas y sin posibilidad alguna de escapar de ellos.

—Llegamos —mencionó Blaine frenando de golpe por lo que supongo que estábamos frente a La Casa Blanca en donde ya estaban posicionados algunos de los Lions. Ellos serían la pantalla de lo que realmente va a ocurrir. —Recuerden el plan -dijo mi primo mientras se colocaba la máscara. Ellos bajaron primero, así que solo quedábamos nosotros con Aton dentro de la camioneta esperando que fuera el momento.

—¿Estás segura de lo que vas a hacer? —preguntó dudando de nuestro plan.

—Si. —Asentí con la cabeza.

—Van a matarme si te pasa algo, así que cuídate. —Volví a asentir.

Alguien golpeó la camioneta tres veces, era la señal que indicaba que esta todo listo, tomé aire profundamente y Aton me observó intentando de ese modo descifrar si me encontraba bien.

—Es hora, no olvides lo que tienes que hacer. —Ahora él asintió con la cabeza y yo busqué mi máscara, él se puso la suya pero yo tenía las manos atadas, así que fue Aton quien se encargó de colocarla sobre mi rostro con suma delicadeza y ocultar mi cabello en el gorro que todos estábamos usando. —Actúa bien, haz que te crean el papel.

—Vamos. —Obtuve como respuesta.

Abrieron desde afuera las puertas de la camioneta y Aton bajó primero, por lo que tomó el trozo de cuerda que sobraba y tiró de esta hacia afuera. Coloqué mis pies en el suelo y pude visualizar a los Lions formados sosteniendo las armas entre las manos en una posición bastante desafiante. Tragué con miedo al ver al Swat sosteniendo las mismas Armas del otro lado de la muralla de la Casa Blanca, en parte me sorprendía que el servicio de defensa no estuviera, o tal vez estaban escondidos.

Caminé al lado de Aton mientras él tiraba de la cuerda, pasamos por el lado de Blaine y nos  observó atentamente siguiéndonos de cerca, él tenía que cuidarnos las espaldas.
A cada paso que daba sentía el corazón martillándome los oídos, el aire frío me calaba los huesos y temblé, no por la temperatura, estaba aterrada, probablemente sería la paliza más grande que recibiría en la vida.
Llegamos al centro de la formación y Aton dejó de tirar de la cuerda y cerró su brazo alrededor de mi bícep.

* * *

—¡Señor! —dijo el agente del Swat. —Tenemos una situación. —Le dijo al ministro de defensa nuevo que había subido al cargo hace muy poco.