Había estado sola toda mi vida, si, años, pero jamás me había sentido de ese modo hasta ahora, dos días que marcaron definitivamente mi futuro.
La noche anterior estuve en una fiesta y me encontré con Greta y Spencer allí, eso amargó todas las cosas y terminé ebria, drogada, probablemente con tatuajes nuevos y tal vez en un arranque pasé por una peluquería hoy en la mañana con la borrachera a flor de piel y me lo corté, o me lo teñí, no estoy segura, no lo recuerdo con claridad.
—Margo, más te vale no estar en el... —Se interrumpió él mismo al verla. —Suelo. —Negó con la cabeza. —Dios mío —murmuró al verme. —¿Qué te hiciste en el cabello?.
—Me pregunto lo mismo —balbuceé riendo mientras me movía en el suelo.
—¿Con qué te drogaste ahora?.
—No lo sé. —Me alcé de hombros. —¿Debería importar?. —Él se agachó y me obligó a ponerme de pie, me rodeó la cintura con los brazos llevándome al cuarto. —¿Qué haces? —pregunté cuando me quitó la chaqueta con agilidad.
Él no respondió, en vez de eso me llevó hasta el baño, abrió la puerta de la ducha y me metió allí adentro abriendo la llave del agua fría por lo que prácticamente quedé empapada con agua gélida. La ropa que traía puesta también se mojó y me sorprendí de no hallar ningún parche de tatuaje, creo que eso sí lo aluciné entonces.
—Logan. —Me quejé comenzando a despertar mientras él estaba allí observándome. —No me mires así —insistí cerrando la llave para detener el flujo de agua fría.
—¿Y cómo quieres que te mire?. —Frunció el ceño recogiendo una toalla del mueble mientras abría la puerta de la ducha y me envolvía con ella.
—No como si sintieras lástima por mi —respondí estrujándome el cabello con la toalla.
—No la siento, sinceramente solo tengo ganas de golpearte con un cojín hasta que entiendas que esa no es la manera. —Se alzó de hombros sacando otra toalla y pasándomela. —En caso que te preguntes se te cayeron los parches de los tatuajes que te hiciste —afirmó mientras yo me quitaba los calcetines. —Sécate —mencionó saliendo del baño pero dejó la puerta abierta y oí que comenzó a abrir cajones y yo estaba apretando la ropa que traía puesta para no dejarla tan mojada. —Ponte eso y bajas al primer piso, tienes diez minutos.
—¿O sino qué?. —Fruncí el ceño quitándome la polera mientras deslizaba la toalla por mis brazos para poder secarme.
—Si no lo haces, vendré a buscarte y bajarás aunque estes empapada. —Cerró la puerta y supongo que salió del penhouse. —Es enserio. —Le oí decir antes de cerrar la puerta principal.
Me quité la ropa mojada y la dejé en el lavamanos para que no dejara el suelo con gotas ya que después podría caerme.
La ropa que trajo Logan era simplemente deportiva, incluso olvidé que esto estaba en mi cajón, tal vez quiere que lo acompañe al gimnasio o simplemente no quiso combinarme un outfit y sacó algo que de seguro se vería bien. Me coloqué las calzas, eran negras con una línea blanca a cada costado, no eran a la cintura, sino que un poco más arriba de la cadera, deslicé por mis pies unos calcetines secos, pasé por mis brazos la toalla retirando las últimas gotas que se habían quedado allí, vi varios tatuajes nuevos y para ser honestos eran lindos y no dolían.
Me puse un peto deportivo encima y como estaba algo caluroso el día no me molesté en ponerme una polera. Quité la toalla de mi cabello sorprendiéndome instantáneamente al ver lo que le había pasado, me acerqué al espejo para ver si era verdad y sí lo era. Aparentemente parecía pelirroja, como si siempre hubiese sido de ese color entre el rojo suave y el anaranjado, se veía interesante ya que el castaño abandonó por completo el protagonismo. Lo cepillé y sequé un poco con el secador para que no estuviera tan empapado cuando saliera a la calle. Lo dejé liso, no se formaron ondas naturales y eso me hacía lucir aún más distinta. Inspiré pesadamente cuando la puerta del baño se abrió estrepitosamente por lo que di un pequeño brinco por el susto.
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119 Días Antes [Terminada]
Science Fiction119 días antes que el mundo acabara. 119 días antes que Margo pusiera en marcha su plan. Si, ese plan que desgraciadamente estaba destinado al éxito a costa de la vida de muchos. 119 días antes que Spencer se enfrentara cara a cara contra el miedo...