119 Días Antes [Terminada]

93•Falta de criterio

—Margo va a quedarse y te pido que no la hagas sentir incómoda porque ha pasado por muchas cosas últimamente, me gustaría que le pidieras disculpas si no es tanto pedir —le pedí tratando de hacer que las cosas mejoraran paso a paso.

—¿Porqué la trajiste? ¿Porqué viniste?. —Frunció el ceño aún sin comprender del todo mis razones y es qué tal vez tenía más de las que estaba diciendo.

—Porque quiero ver a Tessie y quiero tenerlas a ambas, además Margo necesita estar lejos de Washington y de Nuevo México un momento —le informé de manera suave.

—Haré mi mejor esfuerzo hijo pero ¿Y si no quiere escucharme? ¿Si tu plan no funciona?. —Juntó el entrecejo esperando a que tuviera una buena respuesta para lo que me estaba diciendo.

—Siempre espero lo mejor —respondí a la ligera por lo que esperé a que tuviera alguna otra pregunta debido a que siempre las tiene.

—Tessie la adora, siempre habla de ella, de cómo tenían fiestas de té y como le enseñó mucho de biología, me sorprende que le haya enseñado las partes del cerebro pero me sorprende más que se las haya aprendido —confesó mi madre. —Creo que soy la única persona a la que no le agradó esa muchacha porque parece que todo el que la rodea termina cayendo a sus pies, pero no te preocupes, le pediré disculpas de todos modos. —La puerta se abrió a nuestras espaldas debido a que ya había pasado un buen rato, alrededor de una media hora y comenzaba a preocuparme que no aparecieran, pero cuando Tessie entró vi que traía un cono de helado en las manos por lo que supe que Margo la había llevado por un helado.

—¿Conseguiste lo que necesitabas? —le pregunté observándola debido a que parecía estar bastante dolorida, al menos más que yo y creo que es debido a que el remedio que hizo que se sintiera mal es uno de los más fuertes y a mi me hizo efecto por eso no estoy sintiendo tanto el dolor.

—Si. —Asintió con la cabeza pero se notaba que le dolía. —¿Está rico el helado? —le preguntó a Tessie quien estaba devorándolo y asintió con la cabeza.

—¿Le diste las gracias? —le pregunté frunciendo el ceño y ella se puso de pie.

—Muchas gracias Margo, está delicioso.

—De nada preciosa. —Le sonrió pero sabía que le estaba doliendo un montón.

Caminó hasta la cocina, sacó un vaso, lo llenó con agua y puso una pastilla en su boca, mi mamá la observaba disimuladamente y dejó de hacerlo cuando ella dejó el vaso en el fregadero y volvió sobre sus pasos hasta el costado del sillón en donde yo estaba sentado.

—Ven siéntate —le dije tomando su mano para que se sentara a mi lado y lo hizo con algo de lentitud, se quedó allí y mi mamá se puso de pie caminando hasta la cocina. —¿Estás bien? —le pregunté frunciendo el ceño.

—Si. —Asintió con la cabeza acomodando su cabeza en mi hombro. —Solo que estoy algo dolorida.

—¿Quieres ir a dormir? Yo te despierto cuando la cena esté lista. —Ella sonrió y negó dejando de apoyar su cabeza en mi hombro y me observó unos momentos.

—Esas mismas palabras me las dijiste cuando estuviste por primera vez en mi penthouse ¿Lo recuerdas? —preguntó sonriendo por lo que asentí con la cabeza.

—Vayan a dormir si quieren, les aviso cuando la cena esté lista —dijo mamá desde la cocina a la vez que picaba algunos vegetales, iba a ponerme de pie pero Margo no me soltó.

—Vamos. —Sonreí pasando mi brazo por sobre sus hombros. —Anoche no dormiste mucho así que deberías dormir ahora.

Me puse de pie y le extendí la mano, ella caminó sin decir absolutamente nada, tal vez porque no quería que mi mamá pensara mal o tratara de agredirla de nuevo, después de Robert Olsen, el sujeto que nos secuestró creo que esta evitando todo tipo de confrontaciones. Entró a mi cuarto y se quedó un momento allí, si, en seis años había cambiado bastante y además la solución parche que mamá por lo visto le dio al destrozo que causé en la muralla fue poner un cuadro allí, algo que encajaba con el estilo de la habitación. Cerré la puerta y comencé a quitarme el cabestrillo que sinceramente era bastante molesto, ella se acercó y me ayudó a quitarlo con mucha más facilidad.