119 Días Antes [Terminada]

32°Orgullo

—Spencer —dijo Margo acercándose a él con algo de rapidez. —¿Sabes donde está Margo?. —Alzó ambas cejas.

—¿Hablas de ti o la Margo la que se fue corriendo? —preguntó el muchacho bajando la mascarilla que traía sobre su nariz y boca. —Porque si hablas de tí creo que ya te encontré —dijo él sin un humor por lo que ella lo miró seriamente.

—Obviamente hablo de la muchacha a la que besaste hoy —respondió algo molesta pero debía encontrarla.

—Claro, después que salió contigo volvió casi con un ataque de pánico —respondió él volviendo a poner la mascarilla en su lugar y siguió trabajando con los tubos de ensayo que tenía al frente.

—Spencer, tienes que ayudarme a encontrarla, no está bien —dijo ella con la voz temblorosa mientras él la miraba de reojo. —Fue mi culpa.

—¿Qué pasó? —preguntó en un tono algo severo y la muchacha tomó aire para decirlo.

—La llevé con mis papás —explicó de manera breve pero Spencer no comprendía como ese simple hecho pudo haber tenido tales repercuciones.

—¿Qué tiene eso de malo?. —La miró atentamente mientras sostenía un tubo de ensayo y le ponía el corcho en la apertura para sellarlo.

—En su planeta los padres que tiene la violentaron toda su vida y había estado teniendo esta sensación de que debía hacer algo... —La interrumpió.

—Y la llevaste con tus padres —Margo asintió con la cabeza. —¿No pensaste que eso le traería traumas que ya había superado? No, claro que no. —Comentó ordenando las cosas y quitándose la mascarilla junto con los guantes.

—Spencer no se trata de mi.

—Bueno querida prácticamente sí —respondió él cuando los botó a la basura y la muchacha rodó los ojos.

—¿Sabes donde está?. —Asintió con la cabeza a su pregunta. —¿Donde?.

—En mi sala de descanso de este piso, la dejé ahí hace como dos horas.

—¿Estaba tan mal?. —Quiso saber Margo esperando que la respuesta no fuera la que esperaba.

—Lloró una hora y tiene práctica porque es ese llanto silencioso que no es perceptible a menos que la veas. —Se alzó de hombros.

—Iré a verla. —Margo comenzó a caminar hasta la zona de descanso de Spencer y abrió la puerta con cuidado como si esperace verla despierta y muy molesta. —Está dormida. —murmuró la muchacha viendo a la chica en el sillón aferrada a un cojín como si fuera lo más importante que tenía, también poseía lágrimas secas en las mejillas.

—Déjala dormir, ella va a estar bien —le dijo Spencer a la muchacha que entró.

—No voy a dejarla aquí, ya son como las siete de la tarde —susurró ella.

—¿Y qué quieres que haga? ¿Qué la lleve a casa? —preguntó Spencer tratando de no encariñarse con la chica.

—Bueno entonces le diré a Garret que lo haga. —Margo se alzó de hombros sabiendo que él no iba a acceder a eso, no le agradaba mucho la idea pero era lo mejor.

—Lo haré —dijo el muchacho asintiendo con la cabeza. —La llevo y después me voy —afirmó él.

—Con ella en casa vas a querer quedarte —susurró Margo viendo como Spencer se sacaba la bata y la dejaba en el perchero.

—Te oí —mencionó Spencer caminando al estante que estaba a un costado del escritorio, al abrirlo Margo vio mantas, poleras, pantalones y zapatos, en general era como si viviera allí y lo entendió.