15°Frivolidad

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—Oye —le dije a Margo a penas entró por la puerta del departamento. —¿Dónde estabas?—pregunté confundido.

—Trabajando —respondió ella de manera obvia mientras caminaba hasta el refrigerador y sacaba de allí una manzana verde, sus favoritas.

—Johanna ayer te dijo que debías mantener reposo. —Ella rodó los ojos acercándose y sentándose con algo de dificultad a mi lado en el sillón.

—Spencer —dijo cuando terminó de mascar. —También soy médico, puedo darme permiso a mi misma cuando quiera. —Me rebatió llevándose la manzana de nuevo a la boca.

—Eso es negligencia. —Le quité la manzana y le di un mordisco, ella me miró mal por lo que solo le sonreí elevando las comisuras de mis labios. —¿Quieres? —pregunté después de tragar pero ella negó con la cabeza.

—Cómetela —susurró poniendose de pie y caminando a la cocina.

—¿Margo? —pregunté volteándome para ver si le pasaba algo, cojeaba un poco y tenía el hombro herido quieto, no se esforzaba moviendo el brazo.

—Llamaré al helicóptero para que vaya por tu hermana.

Tomó el teléfono que estaba en el muro y llevó el auricular a su oreja derecha, la vi tambalear y afirmarse con su brazo herido de la encimera, me puse de pie acercándome mientras ella dejaba nuevamente el auricular en su lugar y se apoyaba dejando la cabeza entre sus manos y respirando profundamente.

—¿Pasa algo?. —Puse mi mano en su espalda mientras ella respiraba profundamente.

—No. —Negó con la cabeza incorporándose de a poco. —Creo que necesito descansar. —Dio un par de pasos y tambaleó nuevamente por lo que cerré mi mano alrededor de su antebrazo.

—¿Estás bien? ¿debo llamar Johanna? —pregunté mientras ella respiraba profundamente como si necesitara hacerlo para mejorar.

—No, va a repetirme lo que ya sé. —Me miró y espiró con suavidad. —Llamaré al helicóptero.

—Oye, me importa tu salud también —le dije acercándome mientras ella seguía afirmándose de mi.

—Salud —susurró ella sonriendo. —Ya ni siquiera recuerdo qué es eso. —Su rostro estaba más pálido y eso me preocupaba.

—Estás pálida —insistí, ella solo se inclinó hacia adelante recargando su cabeza en mi hombro. —Llamaré a Johanna.

—Johanna no está de turno. —Me rodeó con sus brazos, si, algo malo le pasaba.

—¿Quién está de turno?. —Ella me soltó cuando le pregunté y me observó atentamente.

—Spens, estoy bien, de verdad. —Asintió con la cabeza.

—Permiso —dijo alguien entrando al penthouse ya que Margo había dejado la puerta abierta.

Entró un muchacho del mismo porte de ella, tenía el cabello castaño claro algo desordenado, la piel clara, ojos marrones y rasgos marcados, era de contextura delgada y venía vestido con un traje de médico azul parecido al que traía Johanna a veces pero la diferencia era que él traía zapatillas deportivas y la muchacha siempre trae zapatillas de base plana.

—Logan. —Ella se volteó lentamente hasta verlo. —¿Pasó algo? —preguntó sobreponiéndose.

—¿Qué te pasó a tí?. —Él se acercó a ella rápidamente. —Hola —me dijo antes de encararla.

—Dios, estoy bien. —Se quejó algo molesta.

—Miéntele a cualquiera pero estudié medicina al igual que tú. —La miró atentamente. —¿Fuiste al nutricionista?.

119 Días Antes [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora